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Bonn trata de limitar los daños causados por la fuga al Este del espía Tiedge

Los servicios de información de la República Federal de Alemania (RFA) se esfuerzan por limitar al mínimo los daños producidos por la fuga a la República Democrática de Alemania (RDA) de uno de sus jefes de contraespionaje, Hans Joachim Tiedge, cuya deserción es considerada más grave para la seguridad del país que el caso del espía Günter Gillaume, cuya huida a la República Democrática de Alemania (RDA) provocó, en 1974, la caída del entonces canciller socialdemócrata Willy Brandt.

Cuando los expertos de los servicios de información alemanes occidentales intentan todavía calibrar la magnitud real de los daños causados por la fuga de Tiedge, en los medios de información nadie se explica cómo una persona como él, enfermo y lleno de deudas, pudo haber sido mantenido en su puesto de jefe de grupo en la Oficina Federal de Protección de la Constitución, donde sólo dos personas ocupaban un puesto por encima del huido.Los vecinos de Tiedge en la ciudad de Colonia conocían perfectamente su identidad y se mofaban de sus continuas borracheras. Hace un año, el alto funcionario del contraespionaje de la RFA había perdido el carné de conducir por llevar el coche en estado de embriaguez.

El daño causado por la huida de Tiedge se considera irreparable y en los servicios secretos de la RFA ya ha comenzado un ajuste de cuentas interno. Las principales críticas se dirigen por ahora contra el hoy presidente del Servicio Federal de Información (BND), Heribert Hellenbroich, encargado del espionaje en el extranjero. Durante su etapa al frente de la Oficina Federal de Protección de la Constitución, que concluyó el pasado 1 de agosto, Hellenbroich siempre ayudó a Tiedge a conservar su puesto, a pesar de las denuncias sobre su estilo de vida.

Aunque la hora de las responsabilidades políticas parece aplazada al momento en que el canciller federal, Helmut Kohl, regrese a Bonn -actualmente se encuentra en el sur de Francia asistiendo a una cumbre franco- alemana-, ya parecen haberse producido las primeras disensiones dentro de la coalición liberal-democristiana en el Gobierno. Según el diario sensacionalista Bild, próximo a la alianza en el poder, el ministro de Asuntos Exteriores, el liberal Hans-Dietrich Genscher, ha pedido al canciller el cese del ministro del Interior, el socialcristiano bávaro y notorio derechista Fiedrich Zimmermann. La información del Bild fue desmentida, sin embargo, por un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

El Gobierno de la RFA trata de conseguir una entrevista con el funcionario huido porque considera que probablemente tomó su decisión influido por un posible trastorno mental. Página 3

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