Convocado un festival de 'software' entre aficionados a la informática
Un centro público divulga en Cataluña el uso del ordenador
El Centro Divulgador de la Informática, creado por la Generalitat de Cataluña en diciembre de 1984, ha recibido 12.000 cartas de personas interesadas en participar en cursos de formación o en consultar alguna duda respecto a su microordenador. Este centro espera responder a las demandas de formación en informática doméstica que tienen las 60.000 familias catalanas que ya poseen un ordenador doméstico en sus casas.
La última iniciativa del centro ha sido la oferta hecha a los ayuntamientos catalanes y a otras entidades no lucrativas, como asociaciones de padres de alumnos, de crear clubes informáticos, donde las personas que carezcan de ordenador puedan utilizar uno durante algunas horas bajo la supervisión de monitores. En estos clubes varios ordenadores dispondrán de los programas necesarios para calcular estrategias empresariales, aprender a preparar informes, perfeccionar el inglés o dibujar objetos en tres dimensiones.El Centro, que dispone de sedes abiertas en cinco ciudades catalanas, atendidas por 28 personas, ofrece también cursos de iniciación a la informática por los que ya han pasado más de 2.000 personas. "Nuestra intención", afirma Santiago Guillén, director del Centro y antiguo diputado centrista y suarista en el Parlament de Cataluña, "es que el público de a pie le pierda el miedo a la informática, sepa qué significa software y toque con sus manos un ordenador; de manera semejante al Reino Unido, donde existen más de mil puntos de consulta para los aficionados a la informática".
El Centro ha convocado un Primer Festival de Software entre todos los aficionados a la informática, para que envíen programas elaborados por ellos mismos. Más de 160 personas han enviado sus ca setes, diskettes o cartuchos, de los que un jurado escogerá los mejores para ser expuestos en el Salón Internacional de la Imagen, el Sonido y la Electrónica (Sonimag), que se celebrará a principios de octubre próximo en Barcelona. Allí los usuarios de ordenadores podrán probar los programas, otorgando el Centro Divulgador dos premios de 100.000 pesetas, en las categorías senior y junior, respectivamente, a los dos programas que obtengan mejor calificación por parte de este peculiar jurado popular.
En el festival han sido admitidos todo tipo de programas de software, desde los de juegos hasta los de enseñanza, arte, cultura o de simulación de empresas y máquinas. Entre los que se han presentado figuran desde un juego inventado por un niño de 13 años hasta una manera rápida de localizar los quince grandes ríos de Cataluña, ideada por un veterano de 65 años. Otros programas alcanzan mayor sofisticación, como uno que simula la compleja red del metro barcelonés, y donde el usuario puede provocar accidentes para ver cómo se reacciona en la red del ferrocarril metropolitano. Otros programas intentan dar recetas de cosas tan difíciles como ganar unas quinielas o poder sostener los gastos domésticos de una familia con sólo 40.000 pesetas al mes.
La gran sorpresa ha sido ver que más de la mitad de los concursantes no alcanzan los 25 años. En opinión de Santiago Guillén, ello se debe a que "la informática puede convertirse en los años ochenta y noventa en algo parecido a lo que significó el rock and roll en los cincuenta. La generalización de los mieroorden adores será aún una revolución mucho más importante que las que supusieron el teléfono, el coche y la televisión. La informática puede ser un medio muy poderoso de trabajo, diversión y comunicación".
El Centro Divulgador de la Generalitat quiere estar al día de las últimas aplicaciones de la informática en los más variados campos, colaborando con las pequeñas y medianas em presas. Para ello ha editado ya una Guía del usuario de informática que contiene indicación de cómo y dónde encontrar los 400 programas profesionales que hoy día se pueden encontrar en Cataluña para ordenadores domésticos. En octubre próximo se espera editar la guía correspondiente a toda España, en donde existen más de 200.000 ordenadores personales.
Poco más que marcianitos en el mercado
"Cada uno está haciendo lo que puede y como puede", añade Guillén, "sin ningún tipo de regulación ni normativa. Las grandes marcas y los distribuidores han traído los marcianitos y poca cosa más, y los usuarios ya están un poco hartos. Habría que pedirles a las grandes compañías trasnacionales que traigan los casi 50.000 programas que existen hoy en EE UU, y que hagan también el esfuerzo de traducirios al castellano y al catalán".
La gran avalancha de peticiones de ayuda y consultas ha hecho que el Centro mantenga contacto permanente con las más de 10.000 personas que solicitan algún tipo de relación con el mismo. A ellos se les envía regularmente un boletín que trata de las últimas novedades en programas, de la actualidad informática y de las posibles aplicaciones de los microordenadores. También se les remiten pro gramas promocionales, como uno sobre la figura legendaria del bandolero catalán Guillem de Berguedà, con el que el usuario puede recorrer Cataluña. Otro, en preparación actualmente, incluirá programas para diseñar letras, para realizar automáticamente el índice de un libro y para reproducir, por primera vez en España, digitalmente, imágenes fotográficas en una pantalla de ordenador.
El Centro está confeccionando un fichero de usuarios de informática en Cataluña y estudia la posibilidad de distribuir aquellos programas de ámbito general o de especial interés que las empresas comerciales no hagan llegar al mercado. "Nosotros no queremos ofrecer aquello que ya está en el mercado", afirma Guillén, "sino tender un puente entre la gran innovación que está habiendo en las empresas y la falta de información de la gente de la calle. Queremos que las personas no tengan su microordenador guardado en un armario, sino que sepan que se puede utilizar para: hacer una contabilidad doméstica, escribir un libro o para que sus niños aprendan mejor y más deprisa".
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