Un papel de presión más testimonial que real
La inactividad continúa siendo un problema importante para los mercados de valores, sobre todo en estas vacaciones encubiertas a que ha quedado reducido el mes de agosto. Las alternativas entre oferta y demanda, tradicionalmente resueltas a favor de aquella posición que logra imponerse a la otra, quedan ahora reducidas a una presión testimonial que viene decidida más por la ausencia del contrario que por la fuerza de la propia postura. Así, a la notable ausencia de papel que se ha venido padeciendo durante casi todo el mes, en ocasiones le sucede un repliegue de dinero que por fuerza deja a los vendedores en una especie de fuera de juego posicional que suele terminar, en la correspondiente caída de los precios. En muchas ocasiones los cambios han tenido que fijarse por consenso, debido al equilibrio entre papel y dinero, de ahí que las cotizaciones hayan sufrido variaciones insignificantes en la mayoría de los casos, y ayer el desinterés de los compradores, aunque selectivo, deshizo ese consenso.La ausencia de dinero se notó incluso en el mercado de pagarés del Tesoro, que parece querer competir con la renta variable en busca de un mínimo sonado. Tan sólo se negociaron pagarés por un total de 740 millones de pesetas, de ellos 109 a vencimiento. Los tipos de interés anuales mantienen sus constantes altibajos, estrechándose ahora bastante los márgenes, ya que los que se negociaron con pacto de recompra lo hicieron con un tipo mínimo del 11,250% y un máximo del 12,500%, mientras que el día anterior los tipos registrados fueron del 11 % y del 12,680% respectivamente.
Al mantenerse la tendencia a la baja del precio del dinero parece lógico que el mercado de pagarés se resienta y registre unos volúmenes de contratación menores que los del resto del año, pero lo que no queda muy claro es hacia dónde se dirige ahora ese dinero, ya que la renta variable no aparece, por el momento, en el punto de mira de los inversores. La respuesta parece estar en algunas emisiones de renta fija actualmente en período de suscripción, aunque la opinión más extendida prefiere inclinarse por una retirada momentánea a la espera de acontecimientos.
El caso es que ayer las cotizaciones, en su mayoría, se vieron obligadas a ceder posiciones ante la casi total falta de apoyo del dinero.
Es evidente que las partidas vendedoras no eran suficientes para ejercer una verdadera presión sobre los precios, y gracias a esto los valores eléctricos pudieron finalizar la sesión con pérdidas inferiores a un entere, en la mayor parte de los casos. Los otros, grupos importantes también cedieron ante la falta de demanda, quedando el espectáculo a cargo de tres o cuatro valores aislados.
Las posiciones al cierre, no permitían suponer un cambio en la situación con vistas a la finalización de este ciclo, que, se ha mostrado incapaz, aunque ha estado a punto de conseguirlo, de alcanzar la cota con que inició el mes el índice general. Nuevamente se espera que ante la proximidad del final de las vacaciones el dinero haga acto de presencia y logre alejar los últimos sopores veraniegos.
