Iglesia en África, mayor de edad

YA( ... ) El Padre Santo ha respondido con creces a las expectativas que se habían suscitado ante este periplo, y ha superado las esperanzas de los más optimistas. Ha expuesto con claridad y valentía las cuestiones esenciales, tanto en el campo estrictamente eclesial como en el ámbito político y social: el apartheid surafricano, el tribalismo y la corrupción, la inculturación del cristianismo en África, la familia y el apoyo a la celebración de una asamblea o sínodo panafricano.El Papa ha aprovechado la autoridad moral que los africanos (independientemente de sus creencias religiosas) le reconocen para hablar públicamente de una serie de puntos que frenan el desarrollo de su continente e impiden el avance del bienestar de sus poblaciones. La víspera de su partida, en una audiencia general celebrada en la plaza de San Pedro, Juan Pablo II condenó sin ningún tipo de paliativos una de las heridas más dolorosas de África: el sistema discriminatorio y violento del apartheid, que oprime y priva de sus derechos a la mayoría de la población surafricana en razón del color de su piel. La repulsa papal a la política racista de Pretoria, que altas cotas de represión, se ha repetido hasta seis o siete veces ( ... )

Justicia, libertad, dignidad del hombre, respeto a sus derechos, son términos que aparecen reiteradamente en las homilías y discursos de Juan Pablo II dondequiera que va. Pero esta vez han ido acompañados de referencias muy concretas a la realidad de África. En Bangui, capital de la República Centroafricana, pidió al presidente Kolingba y demás autoridades que "sirvan a todos los compatriotas sin favoritismos, intolerancias étnicas o corrupciones". (...)

El Papa ha mostrado un especial interés en invitar a los africanos a ser los protagonistas en la lucha contra los graves problemas que asolan al continente: el subdesarrollo, el hambre, la guerra que consume la mayor parte de los recursos y siega la vida de los jóvenes, etcétera. Juan Pablo II ha insistido en la necesidad de fomentar el espíritu de solidaridad entre los mismos países africanos. ( ... )

En Yaundé, el Santo Padre, reivindicó abiertamente el derecho de Namibia a una independencia justa y pacífica frente a la actitud colonialista de Suráfrica, que pretende mantener su dominio. (...)

Juan Pablo II ha hecho hincapié en el carácter provisional del trabajo misionero. "Las misiones", ha recordado, "tienen como finalidad la constitución de una Iglesia autóctona capaz de funcionar por sí misma". ( ... )

A la vez, uno de los aspectos más destacables de todo el viaje ha sido la promoción del ecumenismo. En África no se han dado los enfrentamientos que a lo largo de la historia han tenido lugar entre las diversas confesiones cristianas en otros lugares. ( ... ) El Papa es consciente ( ... ) de que los cristianos africanos están en disposición de abrir nuevos caminos en la marcha hacia la unidad. ( ... )

20 de agosto