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Carlos Solchaga se reunirá con el Banco de España para analizar la evolución monetaria y los tipos de interés

Los responsables del Ministerio de Economía y Hacienda y del Banco de España celebrarán esta semana, tras el paréntesis de las vacaciones, distintas reuniones que quedaron aplazadas en el mes de julio, para estudiar la evolución monetaria y tomar decisiones. Los miedos y temores que existían en julio sobre una fuerte pérdida del control monetario y la negativa de las instituciones financieras a colaborar parecen disiparse, lo que permite prever que no habrá elevaciones del coeficiente de caja y que el Banco de España dejará de incurrir en pérdidas para mantener los objetivos de política monetaria.

El nombramiento de Carlos Solchaga como ministro de Economía y Hacienda se produjo en un momento particularmente difícil en cuanto que las cifras de crecimiento monetario -disponibilidades líquidas y activos líquidos en manos del público- estaban muy por encima de las previsiones oficiales. Las cifras del mes de junio, primeras que presentó Solchaga como responsable de Economía, mostraban un crecimiento de los activos líquidos por encima del 22%, cuando el objetivo máximo para el año estaba en el 14,5%. El exceso de liquidez en el sistema venía siendo drenado por el Banco de España mediante cesión temporal de su cartera de pagarés del Tesoro a tipos de interés por encima de los de las subastas en las que se adquirían. El Banco de España incurría en pérdidas crecientes al ceder temporalmente pagarés a tipos más altos a los que los había comprado.Carlos Solchaga, en su primera reunión con los presidentes de los grandes bancos privados, señaló que si no se modificaban estas condiciones el Gobierno tendría que elevar el nivel del coeficiente de caja, en su parte no remunerada, para drenar el exceso de liquidez. La banca, que venía desde hace tres meses apostando por una clara subida del precio del dinero, se mantuvo en su posición de no acudir a las subastas de pagarés mientras no se incrementaran los tipos de adjudicación.

Vuelta de vacaciones

Con estás perspectivas, el mes de agosto se inició con. la creencia de que a la vuelta de las vacaciones, si las cosas no variaban, el ajuste monetario se realizaría sin falta, lo que provocaría restricción monetaria y problemas para el crédito al sector privado. Las cifras de julio, con una fuerte recuperación del control sobre las magnitudes, aleja temporalmente dicho ajuste e incluso ha permitido un cambio de tendencia con una iniciación de baja en los tipos de interés.La recuperación del control monetario en julio se: debe, según los expertos, a un mejor comportamiento del sector público en sus necesidades de financiación y a una cierta desaceleración en el crecimiento del crédito al sector privado. La Administración, que tuvo importantes ingresos por pago de impuestos en el mes de julio, ha necesitado menos fondos del sistema financiero durante el mes de julio; ello se ha traducido en un crecimiento menor de las magnitudes monetarias. El sector exterior, con un aumento de algo más de 300 millones de dólares en el nivel de reservas, ha contribuido ligeramente a la liquidez existente. Por último, las cifras de crecimiento de la demanda de crédito -aun manteniéndose en la línea de objetivos prevista para el conjunto del año- han tenido una cierta paralización que también ha ayudado al freno. Todo ello hizo posible una tasa de variación negativa de las disponibilidades líquidas en el mes de julio y un aumento muy moderado -el 2,5%- de los activos líquidos.

La evolución de los días transcurridos del mes de agosto mantienen esta misma tendencia. La demanda de dinero por parte de las instituciones financieras al Banco de España ha descendido de forma importante. El sector público parece que sigue comportándose bien sin necesidad de fondos importantes. De esta forma, el Banco de España ha podido bajar en tres ocasiones el tipo de interés de la subasta de préstamos de regulación y los de cesión de pagarés para controlar la inflación, reduciendo pérdidas.

Pero quizá lo más llamativo sea la reducción de los tipos en la subasta de pagarés del Tesoro. Desde hace cuatro meses a esta subasta sólo acudía el Banco de España, comprando pagarés a los mismos tipos de interés . En la última, el Banco de España compró aproximadamente el 25% de los pagarés, mientras que el resto lo adquirían instituciones financieras y particulares. Como el Banco de España compraba al tipo marginal, el hecho de que bajaran los tipos significa que algunos bancos y cajas, al menos, han vuelto a apostar por una baja del precio del dinero. Los pagarés a un año tuvieron un tipo inferior al 10%, y a 18 meses se colocó en el 11,640%.

El panorama en el que se van a celebrar las reuniones entre el Ministerio de Economía y el Banco de España ha variado sustancialmente tras estas semanas. Faltan aún algunos datos para cuantificar la baja de los tipos que ya ha empezado a producirse. La evolución del índice de precios en agosto y septiembre serán unos datos a tener muy en cuenta; la marcha del crecimiento monetario a partir de septiembre también se considerará, lo mismo que las presiones exteriores sobre la peseta, muy débiles en las últimas semanas. En cualquier caso, expertos financieros señalan que la tendencia a la baja se mantendrá, al menos, durante este mes y previsiblemente en septiembre.

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