Al servicio de la 'jet'
Una cohorte de camareros, retratistas, putas y traficantes de droga sirve a la alta sociedad de Puerto Banús
Alrededor de 5.000 personas se arremolinan todas las noches del verano en los restaurantes, pubs, cafeterías y cabarés de Puerto Banús, un puerto deportivo con capacidad de atraque para cerca de 1.000 embarcaciones. Dos centenares de comercios y bares, con más de 1.200 empleados, junto a retratistas, floristas, mimos, cantantes de tuna, completan la fauna de uno de los lugares más prestigiosos y, en opinión de muchos, más muermos de la Costa del Sol. Este elenco es completado con su treintena de traficantes de cocaína (algunos de ellos implicados en actividades de extrema derecha) y más de medio millar de prostitutas.
ENVIADO ESPECIALLa Sociedad Puerto José Banús de Andalucía La Nueva, SA fue autorizada el 12 de septiembre de 1967 por una orden ministerial del departamento de Obras Públicas y Urbanismo. En esta orden se fijó el plazo de concesión en 99 años para la -construcción y explotación del puerto deportivo José Banús. El plan de ordenación de los terrenos incluidos en la concesión se aprobó por orden del mismo ministerio el 17 de julio de 1970.
Según reza la propaganda de la sociedad, el puerto fue proyectado imitando a los de la Costa Azul francesa. Alrededor del puerto deportivo se han ido construyendo bloques (la propaganda prefiere hablar de un "verdadero pueblo de arquitectura mediterránea") de propiedad privada, excepto tres construcciones cuya titularidad es de la sociedad. Prueba de la vitalidad -meramente financiera- actual de Puerto Banús es que aún se sigue construyendo. La sociedad británica Gray D'Albion construye en estos momentos apartamentos de lujo en los aledaños del puerto. El metro cuadrado en estos terrenos se cotiza, siempre con las reservas de los que privadamente disparan el precio y los que públicamente lo rebajan, en torno a las 600.000 pesetas.
La base más fiable de número de personas que se concentra y agolpa a partir de las once de la noche y hasta las tres de la madrugada (hora en que la marcha se traslada a las discotecas y clubs de la casta) radica en el número de vehículos (no todos ellos de superlujo) que utilizan el aparcamiento de la Sociedad de Aparcamientos de Barcelona, SA (Saba). Fuentes de Saba indicaron que los coches aparcados en ese inmenso solar vallado por cada noche varía de los 2.000 a 3.000, según se acerque la jornada al fin de semana. Independientemente de éstos hay que contar los que tienen acceso al interior del puerto, ya sea por pertenecer a la sociedad, por residir allí o por atracar una embarcación.
El puerto dispone de ocho pantalones con 915 puntos de atraque.
Las últimas cifras facilitadas por la sociedad señalan un movimiento de embarcaciones de 2.073 unidades, siendo lógicamente el mes de agosto el que refleja unas mayores cotas (440 entradas de embarcaciones). Los precios de cara al atraque varían según la dimensión de la embarcación., Un yate de 50 metros de eslora por nueve de manga paga en temporada alta (I de junio al 31 de octubre) las 15.000 pesetas al día. Si la embarcación es más discreta y no supera los ocho por 2,60 metros, el precio se rebaja a las 770 pesetas. Los usos de electricidad, agua, grúa y elevador tienen su canon aparte.
El verdadero movimiento del puerto se concentra en los pubs, restaurantes y comercios de alrededor. Allí se dan cita desde veraneantes con una alta posición social, pasando por la jet society, hasta turistas que han ahorrado durante un año para disfrutar de este lugar de distracción.
Una cohorte de camareros, dependientes, floristas, retratistas y mimos compone el marco de cualquier noche de diversión en Puerto Banús, a los que hay que añadir los gigolós, prostitutas y traficantes de coca (el hachís es prácticamente inexistente en Puerto Banús consumiéndose heroína en muy bajas dosis). Un camarero puede sacarse en un mes de verano, trabajando tres y cuatro horas extraordinarias y contando con las propinas, hasta las 150.000 pesetas. Un pintor cobrará en tomo a las 15.000 pesetas por un retrato en color, mientras que sólo 7.000 si es en blanco y negro. TI dependiente permanecerá hasta las dos de la madrugada en su punto de venta, mientras que el mimo pasará su bolsa tras su representación.
Tráfico de 'coca'
La distribución de cocaína por los lugares de diversión de Marbella está en manos de un centenar de traficantes, el 90% de ellos de origen suramericano, aunque algunos poseen en la actualidad la doble nacionalidad. Un reciente informe de la comisaría de policía de Marbella enviado a la Dirección General de la Policía indicaba unas "cotas de drogadicción elevadísimas" -sin especificar cuantía-, y dentro de las causas de tal situación señalaba la "existencia de puertos deportivos" en la costa marbellí, de cara a su introducción.Del centenar de traficantes, una treintena tiene su punto de distribución y venta en Puerto Banús, en donde existe una mayor demanda debido al nivel de vida de los que frecuentan esta zona, según fuentes policiales. La mayoría de ellos son de nacionalidad colombiana, chilena y argentina, con una residencia en España superior al año. Al menos dos de estos individuos, con un pasado implicado en la represión militar de la dictadura argentina, se dedican al tráfico de cocaína, según indicaron fuentes policiales.
El gramo de cocaína está cotizado actualmente en Puerto Banús en torno a las 15.000 y 20.000 pesetas. Fuentes policiales insistieron en que, pese a la similar nacionalidad de los traficantes y las mismas conexiones en las líneas de tráfico, no se puede hablar de organizaciones mafiosas que copen el mercado de la droga en Marbella. En este sentido, las mismas fuentes indicaron que el consumo de cocaína fundamentalmente se realiza entre particulares y de una manera privada.
Sin embargo, el 17 de julio de 1984 apareció en las aguas de Puerto Banús el cadáver de A. I. M., conocido como El Negro. En los medios policiales se consideró entonces el incidente como un ajuste de cuentas entre organizaciones de traficantes rivales.
En cuanto a la prostitución, en medios policiales se comenta la aparición y consolidación de una nueva forma de actuación. La mayoría de la prostitución -fundamentalmente femenina- se ha liberado de los tradicionales chulos y actúa por su cuenta. Esto lleva aparejada una mayor fuente de ingresos y una plena legalidad, ya que lo que está castigado en el Código Penal es la extorsión. La prostitución en Puerto Banús se cotiza cara. El mínimo ronda las 20.000 pesetas.
También existe la prostitución tradicional con chulo incluido y aquellas que trabajan en un cabarét. En uno de éstos, con pulsar un botón situado en la mesa aparece inmediatamente una chica, que propondrá al cliente "subir al cuarto y charlar", mientras que en el escenario una compañera lleva a cabo un strip tease. Alguno de estos cabarés ha sido acusado de trata de blancas, sin que hasta el momento haya sido posible procesar a nadie.
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