El gran momento de Camarón

ÁNGEL ÁLVAREZ CABALLERO Camarón está en un gran momento. Es la tercera vez que le oigo en .esta temporada festivalera, y las tres veces le he escuchado cantar de manera extraordinaria. Tiene una forma de decir, de colocar la voz, un rajo tan flamenco, que dificilmente se puede encontrar parangón en la actual nómina de cantaores.

En Almuñécar estuvo eminente por soleares y por buierías, rompiendo la voz en ocasiones porque sólo esa voz rota y agónica le sirve para transmitir la tragedia esencial de su cante. Hasta los géneros denominados festeros -bulerías, tangos- en Camarón se hallan vertebrados en el quejío y la pena. La guitarra de Tomatito, el tocaor favorito del de la Isla, hay que dejar constancia de que le sirve de manera ejemplar, con un toque ajustadísimo al cante, 'sin perder su propio brillo y una definida personalidad.

Fosforito no tuvo su mejor noche (parece que sufría algún problema de voz), y desde luego tuvo dificultades con el sonido. No obstante, con el toque eficaz de Manuel Santiago, Fosforito superó las dificultades a base de coraje y entrega, demostrando su gran clase en interpretaciones como las de estilos mineroLlevantinos y bulerías de Cádiz.

Los otros dos cantaores eran locales. Si el Ruso cumple bien en géneros como la malagueña y los fandangos, Rafael Muñoz fue una verdadera sorpresa. Es un gran cantaor, para mí -y creo que para la mayoría de los aficionados ajenos a esta zona- es desconocido, y en géneros de tanta dificultad como la malagueña del Mellizo, bulerías por soleá y siguiriyas tuvo grandeza y demostró conocimiento; por fandangos estuvo muy bien en los cantes de Frasquito Yerbagüena; no tanto en la otra serie. En cualquier caso, un cantaor que debe tener un sitio, y no sólo en los ámbitos de Almuñécar.