Suráfrica estudia la concesión del voto a la comunidad negra

El Gobierno de Suráfrica está considerando la posibilidad de abrir el diálogo con la comunidad negra e incluso la concesión del voto a los miembros de esta comunidad, mayoritaria en el país, como primer paso hacia la plena ciudadanía, anunciaron el viernes fuentes oficiales norteamericanas. El anuncio está previsto para la semana próxima

En medios oficiales y legislativos de Estados Unidos se estima que el Gobierno norteamericano ha recibido informaciones de que Pretoria está considerando diversas medidas para poner fin a la ola de violencia que invade el país y que ya ha causado al menos 55 muertos sólo en la región de Durban.Funcionarios de la Casa Blanca confirmaron también el viernes que "Ias ideas" surafricanas expresadas en los últimos encuentros con representantes estadounidenses son "alentadoras" y satisfacen "en cierta medida" sus planteamientos.

La Administración que preside Ronald Reagan solicitó recientemente al Gobierno de Suráfrica el levantamiento del estado de emergencia, el cese de la violencia y la reanudación del dialogo entre la minoría blanca y la comunidad negra para acabar con el apartheid.

Altos funcionarios de ambos países mantuvieron el jueves y el viernes reuniones en Viena para hablar de los "cambios específicos que Pretoria estudia en este país", donde cinco millones de blancos dominan a 23 millones de negros.

La libertad de Mandela

Según las fuentes norteamericanas, existen indicios de que Suráfrica está considerando el levantamiento del estado de emergencia y, respecto a la comunidad negra, la apertura del diálogo, el derecho al voto y la abolición de las normas que limitan la libertad de movimientos.Algunas fuentes parlamentarias afirman que el presidente, Pieter Botha, estudia liberar al disidente negro Nelson Mandela, que lleva más de 20 años encarcelado y se ha convertido en el centro de la resistencia al Gobierno racista. No obstante, el ministro surafricano de Asuntos Exteriores, Roelof Pik Botha, declaró ayer, a su regreso de Europa, que "el Gobierno de Suráfrica no tiene intención de liberar a Mandela". Botha reconoció, sin embargo, que algunos miembros del Gobierno son favorables a su liberación.

Pik Botha describió sus conversaciones en Viena y Francfort con altos funcionarios norteamericanos, británicos y germanooccidentales como "muy útiles", pero se negó a dar detalles sobre el contenido de ellas. En Viena el ministro surafricano tuvo un encuentro sorpresa con Robert McFarlane, consejero de Seguridad Nacional del presidente Reagan, y otro con el secretario de Estado adjunto norteamericano para Asuntos Africanos, Chester Crocker.

A pesar de estas esperanzas dé que se abra el diálogo en Suráfrica, las detenciones continúan. Allan Boesak, presidente de la Alianza Mundial de Iglesias Reformadas, fue detenido a mediodía de ayer cerca de Ciudad del Cabo junto a otras 18 personas que acudían a un funeral por una víctima de la violencia racista, según testigos presenciales. Boesak, uno de los fundadores del Frente Democrático Unido, agrupación de numerosas organizaciones anti apartheid, intentó penetrar en Guguletu, barriada negra próxima a Ciudad del Cabo, para asistir al funeral, pese a que la zona había sido acordonada por la policía. Boesak será acusado de violar una ley que prohibe "penetrar en un área negra sin autorización".

Por otra parte, una columna de vehículos blindados del Ejército y de la policía irrumpieron como muestra de fuerza en la barriada negra de Inanda, cerca de Durban, en donde esta semana se han producido enfrentamientos entre indios y negros.