El Reino Unido, Italia y la RFA, dispuestos a desarrollar solos el futuro Avión de Combate Europeo
Los directores generales de Armamento del Reino Unido, República Federal de Alemania e Italia, reunidos en Turín (Italia), suscribieron a primera hora de ayer un protocolo para fabricar el Avión de Combate Europeo -conocido por EFA (European Figther Aircraft)-, mientras los representantes de Francia y España, presentes también en la reunión, dado que ambos países participan desde hace dos años en el programa, rehusaron firmar el acuerdo. Estos dos países tienen de plazo hasta el día 15 para unirse al proyecto, y, de no hacerlo, los otros tres países desarrollarán el avión en solitario.
Francia no suscribió el acuerdo (en el que se recogen las características del futuro avión y el porcentaje de participación de cada país) porque mantuvo hasta el último momento seis reservas al documento, según explicó ayer el director general español de Armamento y Material, general José de Andrés Jiménez.En síntesis, el documento señala que el avión tendrá 9,75 toneladas de peso (incluyendo 140 kilogramos de equipos y 110 de material diverso), una capacidad de empuje de 90 kilonewtons y una estructura adecuada para operar en portaviones.
Agrega el documento que la oficina principal de investigación del programa y los dos consorcios de empresas para fabricar el motor y la estructura del avión deben estar en el mismo país (lo que favorecerá tecnológicamente al país elegido, que sería el Reino Unido o Francia), y añade que el porcentaje de aportación económica en las fases de definición y desarrollo del aparato será del 24,5% para el Reino Unido, 24,5% para Francia, 24,5% para la República Federal de Alemania, 16% para Italia y 10,5% para España.
Reservas francesas
Las seis reservas puestas por los técnicos franceses al proyecto consisten básicamente en lo siguiente: discrepan en que los centros de trabajo estén en el mismo país; aceptan que el avión tenga un empuje de 89 kilonewtons, pero no más; mantienen ligeras diferencias sobre la distribución de los gastos y defienden una configuración del avión más adecuada para el ataque al suelo.
Francia, según afirma el general José de Andrés, estaba dispuesta a firmar el protocolo si al mismo se añadía un anexo en el que figurasen sus reservas y en el que constara que, si se superaban las diferencias, suscribiría el acuerdo.
Dado que los demás participantes en la reunión, que se prolongó desde las tres de la tarde del jueves hasta las una de la madrugada del viernes, no admitieron la inclusión de anexos, España se negó a firmar, argumentando, "Siempre hemos mantenido que participaremos en un avión realmente europeo, con participación de los cinco países", según el general De Andrés.
"Nuestra reserva global es fundamentalmente política, mientras que la de Francia es técnica, pero estamos dispuestos a firmar el documento en cuanto lo haga Francia, porque el avión nos sirve tal y como está definido en el documento", dijo el representante español.
Al no ser admitidos los anexos, los participantes en la reunión redactaron otro documento en el que constan las reservas técnicas de Francia y la reserva global española.
Para el general De Andrés, la postura española es "europeísta", y aunque haya podido molestar al Reino Unido, la RFA e Italia, entiende que estos tres países comprenden que el Gobierno español es "coherente y lógico" al defender, como lo ha hecho en los dos años de nego ciaciones, que, el proyecto debe ser realmente conjunto.
Hasta el próximo día 15, los países participantes en el programa mantendrán -ayer mismo ya lo hicieron algunos diversos contactos negociadorespara intentar llegar a un acuerdo. La postura española en este sentido "será la de realizar un papel de mediador" entre Fráncia y el Reino Unido (los dos países, que mantienen las más fuertes discrepancias), según comentó el general De Andrés.
Los tres países firmantes en Turín son los que desarrollaron en la década anterior los aviones de combate Tornado (fundamentalmente para ataque al suelo), y la concepción del futuro avión que han mantenido en estos meses es complementaria a la de los Tornado.
Francia y España, sin embargo, tendrán en los próximos años, respectivamente, aviones Mirage 2000 y F-18A -ambos polivalentes-, y prefieren un avión más ligero y apto para el ataque al suelo.
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