España evita citar países concretos al defender el respeto a los derechos humanos

El ministro español de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, intervino ayer en la conferencia de Helsinki para destacar la importancia que el respeto a los derechos humanos tiene en el proceso de consolidación de la paz internacional, pero evitó citar a países concretos como violadores de estos derechos. El ministro aprovechó el breve espacio que le correspondió, al final de la tarde, en esta celebración del 10º aniversario de la firma del Acta de Helsinki, para subrayar, además, la gravedad del reto terrorista y pedir una mayor atención a la seguridad en el área mediterránea.

El ministro español afirmó que el suyo había sido "un discurso operativo; no para consumo interno". "He dicho lo que conviene decir aquí y ahora", señaló y rechazó que hubiera sido ambiguo. "España", dijo, lleva tres años en la OTAN, pero ésta es una reunión superadora de los bloques y no conviene comprometerse en denuncias concretas". Efectivamente, no mencionó a ningún país al aludir a violaciones de los derechos humanos. El ministro expuso también que en el foro de Helsinki "hay una cierta hipocresía y cada país condena la situación de los derechos humanos en el país que le molestia".Fernández Ordóñez puso el énfasis en esta cuestión en su intervención ante las 34 delegaciones reunidas en Helsinki. "Es en el ámbito de los derechos y libertades de la persona", dijo, "donde España quiere señalar, al mismo tiempo, su interés y su preocupación. España mantiene en este tema una posición muy clara en todos los ámbitos internacionales. No puede existir paz entre las naciones si en cada una de ellas no existen las libertades y los derechos que permiten la dignida d moral de sus ciudadanos. Ha sido precisamente la conquista de la libertad y de los derechos humanos lo que identifica la aventura histórica de España", afirmó el representante español.

Un elemento original del discurso del ministro español fue la referencia al terrorismo, que hasta su intervención no había sido evocado en este foro: "Un aspecto peculiar de la inseguridad es el avance del terrorismo en el mundo. Nadie puede esperar una reducción de este patético problema sin una verdadera cooperación internacional".

"Ha sido una cuestión de valentía y confianza", afirmó el ministro, "la mención explícita de las cuestiones de seguridad rnediterránea. Como país occidental, europeo y mediterráneo, España concede primordial importancia al desarrollo de la seguridad en esta región, a la que el Acta Final dedica un capítulo especial" ( ... ) "El área mediterránea tiene una entidad propia y compleja, pero es cada vez más evidente su relación con la seguridad en Europa. Debernos seguir atentos a las cuestiones mediterráneas, con prudencia y con tacto para entenderlas en sus términos específicos".

Glosa del acta

Previamente, el ministro glosó la trascendencia del Acta en cuatro referencias: "Ha sido un proceso de creación. La utilidad y la singularidad del proceso se ha puesto en evidencia, sobre todo, en aquellas ocasiones en que, cerrados otros foros de diálogo, el proceso subsistía con recurso casi único. En segundo lugar, apreciamos en el proceso su naturaleza crítica, su propósito de reexaminar en forma analítica y constructiva los asuntos que le son propios para examinar lo que se ha hecho y lo que queda por hacer"."El tercer rasgo peculiar de este proceso", prosiguió, "es su carácter público. No se ha limitado al ámbito cerrado de las discusiones entre los Gobiernos, sino que ha trascendido a las opiniones públicas. Por último, ha tenido un carácter dinámico. Lentamente, con la carta de difíciles acuerdos y compromisos, con la buena voluntad de todos, se ha confirmado como una realidad en marcha, incorporada al paisaje político de Europa"`.

El representante español se mostró satisfecho por la aplicación del Acta de Helsinki en materias de seguridad y expresó su deseo de que la conferencia de Estocolmo, sobre la ampliación de medidas de confianza, llegue a una fase de reducción de arma mentos. Fernández Ordóñez concluyó así su discurso ante la reunión de ministros: "Quiero referirme finalmente a la distensión. Una palabra quizá desgastada por el uso, pero una idea viva que recoge ese clamor profundo que viene de nuestros pueblos y que reclama de todos nosotros la censtrucción de un mundo verdaderamente humano. Un mundo de justicia, de tolerancia y de paz. Europa puede ofrecer por fin su alternativa propia, la alternativa de la razón".