Acuerdo Washington-Moscú-Tokio para evitar tragedias como el derribo del 'jumbo' surcoreano
Estados Unidos, la Unión Soviética y Japón han concluido un acuerdo de seguridad aérea civil en el norte del Pacífico para evitar una nueva tragedia como la de la destrucción de un Boeing surcoreano con 269 personas a bordo, que en 1983 se adentró en el espacio aéreo de la URSS y fue derribado por la aviación soviética.
El acuerdo, según informó Shintaro Abe, ministro japonés de Asuntos Exteriores, prevé la creación de una red de comunicaciones entre Washington, Tokio y Javarovsk, el confín extremooriental soviético. Según lo acordado, los centros de control aéreo de los tres signatarios quedarán conectados, con el fin de establecer comunicaciones de urgencia si un aparato penetra en el espacio aéreo soviético, como fue el caso del avión de la Korean Airlines (KAL), señaló el ministro japonés.
Anunciado simultáneamente en Washington, Moscú y Tokio, el acuerdo prevé igualmente la posibilidad de utilizar una emisora de control de vuelos situada en PetropavIosk, al sur de la península de Kamchatka, como radiobaliza para verificar las posiciones de los aviones civiles.
Los tres centros de control aéreo vinculados deberán detallar sus principales aspectos técnicos para permitir la entrada en vigor del acuerdo, el primero de este género que incluye a países de las dos superpotencias, señaló Shintaro Abe.
Preámbulo a la 'cumbre'
Los especialistas van a trabajar sobre la base de un informe-memorándum aprobado ya por la Unión Soviética, Estados Unidos y Japón con miras a la firma de un protocolo diplomático. Tokio desea que el acuerdo entre en vigor lo más rápidamente posible.Negociaciones secretas, propuestas por Japón y Estados Unidos a principios del año 1984, se desarrollaron este año en Washington, durante los meses de febrero y marzo, en Moscú en el mes de mayo, y en Tokio del 17 al 29 de julio. A ellas asistieron diplomáticos y altos responsables de la aviación civil de los tres países, según fuentes diplomáticas.
El acuerdo es considerado como un buen preámbulo antes de la cumbre soviético-estadounidense prevista para el próximo mes de noviembre, así como respecto a las relaciones entre Japón y la Unión Soviética, según un alto funcionario nipón.
La destrucción, el 1 de septiembre de 1983, del Boeing surcoreano de la compañía KAL, que cubría el vuelo 007 entre Nueva York y Seúl, tras sobrevolar el espacio aéreo soviético sobre la península de Kamchatka y la isla de Sajalin, suscitó una situación de inusitada tensión entre el Este y el Oeste.
La URSS dijo entonces que el avión surcoreano realizaba misiones de espionaje sobre su espacio aéreo, imputación desmentida por las autoridades surcoreanas, lo mismo que las japonesas y las norteamericanas. La polémica surgida entonces marcó uno de los puntos más agrios en las relaciones soviético-estadounidenses en los últimos decenios.
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