El pacto González-Fraga

Ningún ciudadano que tenga espíritu independiente puede aceptar que el pacto efectuado por Felipe González y Manuel Fraga sobre no traer a la memoria ningún hecho del pasado comprometa a nadie más que no sea estrictamente ellos dos. Una cosa es que en este país todos seamos benévolos con las responsabilidades adquiridas por muchas personalidades públicas en el pasado, pues eso forma parte del espíritu de reconciliación imprescindible para construir nuestra democracia, y otra es echar oficialmente una manta sobre todo lo que se hizo antes de 1975.He de decir además que me extraña que González entre en ese juego. Si es presidente del Gobierno se debe, entre otras cosas, a que, sin revanchismos, el pueblo español no ha olvidado el pasado. Y después del agotamiento de UCID, precisamente porque la derecha fraguista encarnaba aquel pasado, decidió mayoritariamente el salto hacia adelante. Si el socialismo español gobierna por algo, es por la memoria histórica de los ciudadanos.

¿Qué significa ese pacto? Si TVE y Radio Nacional lo acatan, se demostrará la injerencia gubernamental en el trabajo informatívo de dichos medios. Si TVE y Radio Nacional no lo siguen, dentro de muy pocas semanas volveremos a tener a la derecha protestando. Por otra parte, es seguro que Felipe González recibirá contraprestaciones. Me temo que eso significará que, a partir de ahora, la derecha y también TVE y Radio Nacional se olvidarán de las promesas incumplidas por el PSOE.

Se ponga como se ponga, estamos delante de un pacto que daña a la información que a partir de ahora recibirán los españoles. Es, en definitiva, un maldito pacto entre la derecha y el Gobierno que no beneficia ni a la verdad ni a los españoles.-