La investigación en España

Leo en su diario de fecha 11 de julio de 1985, en la sección Opinión, un artículo de J. Ferrater Mora que lleva como título La investigación científica, en el que se puede leer lo siguiente: "Un país como España, que por desgracia no figura, ni mucho menos, entre las primeras potencias científicas, puede atrapar a éstas simplemente dedicando más y más recursos económicos a la investigación". Personalmente, yo no creo que la inversión masiva sea la solución necesaria e inmediata al problema de los medios de investigación. En algunos países del mundo, y refiriéndome concretamente al caso de EE UU, los materiales de investigación que se encuentran en cualquier laboratorio de cualquier escuela de bachillerato superior o COU van desde rayos láser para la investigación, entre otras cosas, de los índices de refracción de las sustancias x, hasta máquinas productoras de electrones -electron beams- Y de la inmensa cantidad de dinero que estos aparatos valen, la institución que los posee, y siempre refiriéndome al nivel escolar mencionado, normalmente no ha tenido que desembolsarlo todo, pudiéndose dar el caso que el instrumento en cuestión hubiera sido cedido a la escuela sin necesidad de ningún pago por parte de ésta. Sin embargo, se puede observar en el edificio una placa que pone: "Edificio promocionado por la empresa...", con lo que la empresa en cuestión hace propaganda a costa de la donación de un aparato para el uso de los alumnos. De aquí se deduce que el problema de la falta de medios altamente especializados de uso en laboratorios tanto de física como de química a nivel escolar en España no es debido tanto al elevado precio de los mismos como a una total desinformación en cuanto a la financiación de éstos y, hasta cierto punto, a un total desinterés en general por parte de las direcciones de los centros docentes españoles y posiblemente por parte de las propias empresa.Estoy absolutamente de acuerdo en que los jóvenes españoles tienen en la actualidad un grado muy alto de interés en la ciencia, pero creo que el problema se encuentra más que en las inversiones necesarias, en el desinterés, repito, de las direcciones de las escuelas en preocuparse por conseguir estos medios, que si no están al alcance de todos los centros podrían estarlo en la mayoría con una adecuada campaña de promoción que posiblemente muchas empresas estarían dispuestas a proporcionar.

Ciertamente, en EE UU las donaciones de tecnología proporcionan beneficios fiscales a las empresas donantes, cosa muy difícil en este país. Todo lo cual comporta que el interés real de los jóvenes españoles no tenga ningún fomento por parte del Gobierno ni de los centros docentes.-