El Grupo Socialista del Senado rechazó el veto que toda la oposición proponía contra la ley de pensiones

La reforma de las pensiones será aprobada hoy en el Senado exclusivamente con los votos del Grupo Socialista, y con las únicas modificaciones que este mismo grupo introdujo en el Pleno, fruto del acuerdo parcial al que la pasada semana llegaron UGT y Gobierno. El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Joaquín Almunia, lamentó la imposibilidad de alcanzar un acuerdo absoluto con la central socialista, aunque reconoció que había sido "el único interlocutor social con propuestas razonables". Almunia se remitió a un plazo de dos meses para que los españoles mediante los Presupuestos Generales del Estado de 1986, comprueben que el capítulo de pensiones tendrá una subida de entre un 7% y un 8%.

Todos los grupos de la oposición presentaron enmiendas de veto a este proyecto, al considerar unánimemente que la ley recorta las pensiones y no aborda una reforma global de la Seguridad Social.Los socialistas rechazaron con sus votos la petición de estos grupos de devolver el proyecto al Gobierno.

El debate de esta ley se interrumpió a las diez de la noche para continuar esta mañana con el debate del articulado. El conflicto entre UGT y Gobierno sobre esta ley planeó permanentemente ayer en el Senado, agudizado por las reiteradas referencias que a ello hizo el Grupo Popular. Los senadores de la coalición resaltaban en sus intervenciones, como argumento para solicitar del Gobierno la retirada de la ley y su sustitución por un nuevo texto, el enfrentamiento de los socialistas con la central sindical afín a ellos.

El parlamentario de la coalición Eduardo Baselga preguntó al ministro si no conocía lo que pensaba "la calle" de esta ley. "¿No sabe lo que dicen UGT y los sindicatos? Todos menos ustedes piensan que es una mala ley. Presenten otra nueva que signifique una auténtica reforma de la Seguridad Social y entonces hablaremos", decía Baselga.

El Grupo Socialista introdujo en esta sesión plenaria cinco nuevas enmiendas, anunciadas en comisión, entre las que destaca la que regula el período de actualización y los años de cómputo para establecer el cálculo de las futuras pensiones, que, aunque no satisface las exigencias de UGT, suaviza las iniciales pretensiones del Ejecutivo.

Esta dulcificación también fue apreciada como positiva por los grupos de oposición. En virtud de esta medida habrá un período transitorio según el cual durante el primer año de vigencia de la ley se exigirán cinco años de cotización -UGT pretendía tres-, con revalorización de los tres primeros; en el segundo año serían seis, con actualización de cuatro, y en el tercero, siete, con revalorización de cinco.

'Fogosidad' de los senadores

Por otra de las enmiendas introducidas se asegura que la revalorización de las pensiones anual no se calcule exclusivamente sobre las previsiones de inflación, sino que se tendrán en cuenta las posibles desviaciones reales.

El titular de trabajo intervino en tres ocasiones en el pleno de ayer para defender la ley emanada de su departamento y hacer frente, según sus palabras, "a la fogosidad" de algunos senadores de oposición. No encontró ayer Almunia propuestas alternativas "racionales" a su proyecto, como tampoco en otros interlocutores sociales, ajenos al Parlamento, a excepción de UGT. "Ha sido el único interlocutor que ha presentado una alternativa racional, nos hemos aproximado mucho a ellos, y ellos a nosotros, pero desgraciadamente no ha podido haber un acuerdo global", se lamentó.

El ministro repetiría una y otra vez que la ley de racionalización de la estructura y de la acción protectora de la Seguridad Social, conocida por la reforma de las pensiones, no recorta en absoluto las pensiones ya existentes. Destacó la novedad de la revalorización automática de las mismas, -"ya no estarán sujetos los pensionistas a intereses electorales"- y aseguré que el régimen jurídico de los actuales jubilados se mantiene. "Gracias a esta ley, y a los hechos me remitiré cuando esté en vigor, se asegura la supervivencia del sistema público de Seguridad Social; ustedes verán lo positivo de la ley cuando muchos pensionistas,. pudiendo optar por el antiguo sistema, eligen éste", proclamó enfáticamente Joaquín Almunia.

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