El bebé de Sabadell contrajo la enfermedad a través de la placenta de su madre

Un lactante de ocho meses de edad lucha contra los efectos del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), que se le manifestaron hace medio año, cuando fue ingresado en la clínica infantil del Niño Jesús, de Sabadell (Barcelona), aquejado de una infección respiratoria. El director del centro, el profesor Josep Argemí, confirmó a este periódico la certeza de que se trata de un caso de SIDA: "Estamos recogiendo bibliografía publicada sobre bebés afectados por este enfermedad, y aunque hay referencias de todo el mundo sobre 18 casos, sólo hay cuatro que atiendan a las características de¡ estudiado en nuestra clínica: uno en Estados Unidos, otro en el Reino Unido, un tercero en Brasil y un cuarto en Italia".

El niño ingresó en la clínica infantil del Niño Jesús en febrero de este año. Presentaba unas infecciones respiratorias y después se vio afectado por diarreas. "Sospechamos que tuviera un déficit de inmunidad clásico. Posteriormente pedimos pruebas inmunológicas específicas al Centro de Inmunología de Cataluña, que nos situaron claramente en la pista del SIDA".El director de la clínica infantil sabadellense reitera que se trata de un caso de SIDA, a pesar de que el protocolo oficial existente -el de la comisión de vigilancia del SIDA, creada por la subsecretaría de Sanidad- es sólo aplicable en una pequeña parte cuando los encuestados son niños de corta edad. Según los diagnósticos, el virus que provoca la enfermedad habría sido transmitida por vía placentaria al feto, tal como señalan todos los indicios. Se da la circunstancia de que las confusiones de diagnóstico inicial coincidieron también con las descritas en la escasa bibliografía existente sobre casos de recién nacidos afectados por el SIDA.

Tanto el padre como la madre de este lactante tienen lo que se conoce como pre-SIDA, pues a nivel de la sangre presentan una alteración en fase muy primaria de la inmunidad celular. Si este problema progresa, se produce lo que técnicamente se llama una inversión de linfocitos Gelper o T4, que van disminuyendo. Paralelamente, los supresores aumentan. Ello puede acabar por comportar un debilitamiento progresivo del organismo, que lo hace sensible a cualquier tipo de infección por leve que sea. Hasta el momento los padres no han sido sometidos a ningún tratamiento.

"En la actualidad, el bebé", explica el doctor Argemí, "está en el domicilio de sus padres, aunque sometido a control médico. Periódicamente es observado en nuestra clínica en zonas no específicamente de hospitalización, a fin de que nadie pueda temer un contagio. Lo hacemos como medida cautelar suplementaria, pues este virus se propaga mediante transfusiones de sangre o en las relaciones sexuales".

Los responsables de la clínica del Niño Jesús han entrado en contacto con un grupo colaborador, uno de cuyos responsables es el doctor Sada Castillo, de Madrid, director médico de unos laboratorios farmacéuticos, a fin de ensayar un nuevo tratamiento que podría suponer una novedad importante en la lucha contra el SIDA. "El pequeño está afectado ahora por una bronquitis, pero se encuentra relativamente bien", resaltó el doctor Argemí. El caso de este lactante ha sido descrito perfectamente en un trabajo que ha sido enviado a la revista Lancet, que incluye únicamente estudios de alto interés científico.

Por otra parte, la Comisión Nacional de Seguimiento del SIDA está estudiando otros dos posibles casos de esta enfermedad en bebés, detectados en el complejo sanitario de la Seguridad Social Virgen de Lluch de Palma de Mallorca, según informa Juan Pasarón. Estos dos casos corresponden al niño Adrián y a la pequeña Marina, ambos de 13 meses de edad, el primero de los cuales falleció el pasado 30 de junio.

Todos los síntomas de los dos casos coinciden con los adjudicados al SIDA, pero aún no se ha reconocido oficialmente un diagnóstico concreto.

Desmentidos

El diario palmesano Baleares publicó el pasado 12 de junio la existencia de estos dos posibles casos de SIDA, que fueron cautelarmente desmentidos días después por un equipo de médicos del hospital materno-infantil. Una vez detectados, la Dirección Provincial del Insalud remitió los historiales clínicos a la Comisión Nacional de Seguimiento del SIDA, que los está estudiando. Hasta el próximo mes de septiembre no se pronunciará oficialmente al respecto.

El pequeño Adrián falleció el 30 de junio a consecuencia de la enfermedad, mientras que Marina continúa ingresada en el citado hospital con pronóstico reservado. Ambos casos reúnen la característica común de ser hijos de padres drogadictos, quienes no han querido manifestarse al respecto.

La Conselleria de Sanidad y Seguridad Social del Gobierno regional ha hecho pública a través de su director general, Mateo Sanguino, una nota en la que, aun sin confirmar los diagnósticos, no los ha desmentido, asegurando que se conocerán oficialmente cuando la comisión del SIDA se pronuncie oficialmente dentro de dos meses. El director provincial del Insalud, Adolfo Marqués, tampoco ha querido confirmar los diagnósticos, aunque parece estar informado extraoficialmente de que coinciden con la citada enfermedad, a través de un alto funcionario del Ministerio de Sanidad.