El segundo tumor extirpado ayer a Reagan es benigno, según las primeras pruebas
Después de intercambiar con su esposa, Nancy, un "I love you" ("Te quiero"), Ronald Reagan, de 74 años, entró a las 12.48 de ayer, hora de Washington (18.48, hora peninsular), en un quirófano del Hospital Naval de Bethesda, a las afueras de la capital federal estadounidense para sufrir la extirpación de un tumor de gran tamaño situado en su colon, que el viernes había sido descrito como "precanceroso". Dos horas antes de la operación, que duró dos horas y 53 minutos, la Casa Blanca anunció que las pruebas preliminares de los tejidos del tumor Indicaban que era benigno.
Una exploración de la cavidad abdominal del presidente no había hallado rastros de cáncer en la zona y tampoco en el hígado, según fuentes médicas.Nancy Reagan, apretando la mano de su marido, acompañó al presidente hasta la puerta del quirófano desde la habitación de 452 dólares diarios (unas 75.000 pesetas) en la que había dormido en el hospital. El presidente norteamericano estaba de buen humor y se, mostró optimista, llegando a bromear con los médicos.
Reagan durmió ocho horas aunque a las cinco de la madrugada le despertaron para darle un antibiótico, y a las ocho de la mañana del sábado, después de afeitarse, leyó el informe diario sobre seguridad nacional y despachó asuntos legislativos, para someterse después a numerosas prueba previas a la intervención. Tras la misma, Reagan pasó a una unidad de vigilancia intensiva en la que permanecerá al menos 24 horas. Si todo va bien, el presidente pasará de 7 a 10 días en el hospital.
En la tarde del viernes se produjo la sorpresa y una operación rutinaria para extirpar un pequeño pólipo benigno del intestino de Reagan, que no había provocado ninguna alarma ni expectación especial, acabó con el hallazgo de un adenoma velloso en la primera parte del intestino grueso. Este tipo de tumor tiene entre un 30% y un 40% de posibilidades de convertirse en maligno y, si es así, es muy probable que se reproduzca A pesar de que los primeros análisis hacen pensar en su benignidad, la Casa Blanca y los médicos dije ron ayer que tras su total extirpación y un exhaustivo examen microscópico, que puede tardar de 12 a 24 horas desde que concluye la operación, se podrá decir definitivamente si el tumor es o no un cáncer. Las células cancerosas podrían encontrarse en los tejidos más profundos del pólipo y no en la parte más superficial extraída el viernes para realizar la biopsia.
Un equipo de cinco cirujanos, entre ellos dos especialistas en oncología, dirigidos por el jefe de cirujía del Hospital Naval de Bethesda, el capitán de navío Dale Oller, hicieron una incisión en el abdomen del presidente para comenzar la operación, que se practica diariamente sin problemas en cualquier hospital de Estados Un¡dos. Los médicos pretendían cortar una parte del colon a una de cuyas paredes está adosado el tumor y unir luego los dos extremos del intestino. Si el pólipo es finalmente benigno, el presidente se tendrá que someter en el futuro a exploraciones regulares para controlar la eventual aparición de nuevos pólipos.
Si es cáncer, pero se extirpan las paredes a las que se han podido extender las células malignas, las posibilidades de supervivencia por más de cinco años son del 90%, según el doctor Marshall Bedine, especialista en enfermedades intestinales de la facultad de Medicina John Hopkins. Este porcentaje desciende al 40%-50% si el tumor está pegado a la pared del colon. Los cirujanos examinaron ayer toda la cavidad abdominal para asegurarse de que no hay más tumores. Algunos sectores médicos han expresado su sorpresa porque la extirpación del pólipo benigno realizada el viernes no fue hecha antes, ya que el primer pólipo fue descubierto en mayo de 1984.
Complicaciones posibles
Aunque la salud del presidente ha sido calificada por sus médicos como "excelente" y capaz de aguantar perfectamente esta operación, Ronald Reagan tiene ya 74 años y siempre cabe la posibilidad de complicaciones en intervenciones de este tipo. La anestesia general puede provocar problemas respiratorios o cardiacos, y en el proceso posoperatorio, los problemas pueden producirse por infección en la herida, en el interior de la cavidad abdominal, o por hemorragias. En cualquier caso, el presidente ha entrado al quirófano en mejores condiciones que cuando, en 198 1, recibió un disparo en el pecho.
Pero cuando ya ha abandonado la mesa de operaciones, el país comienza a preguntarse cuáles serán los efectos físicos y psíquicos que esta intervención quirurgica tendrá sobre el presidente más viejo de la Historia de Estados Unidos.
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