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Enrique Trillas: "Empieza a aplicarse la inteligencia artificial"

El presidente del CSIC dirige un seminario en la universidad Menéndez Pelayo

Se está aún lejos de conseguir un "sistema experto" que permita controlar desde lejos toda una casa -esto es, en realidad, futurología-, pero los logros obtenidos en el campo de la inteligencia artificial permiten ser optimistas, según Enrique Trillas, director del seminario que se está realizando esta semana en la universidad Internacional Menéndez Pelayo, en Santander, sobre uno de los campos más prometedores de las nuevas tecnologías. Trillas es presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

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Los sistemas expertos y la matemática

La investigación en inteligencia artificial (IA) trata, de dotar a los ordenadores de capacidad de conocimiento similar a la del cerebro humano para que puedan actuar en situaciones complejas. Pero según se pide a estos nuevos sistemas que manejen más información en situaciones reales, se constata que los métodos de computación con que funcionan se hacen menos eficientes y demasiado lentos, aunque en los últimos años se han realizado los primeros productos comerciales y, con ellos, los logros a los que se refiere Enrique Trillas."En la automatización de algunas fábricas de cemento, por ejemplo, se ha sustituido a los expertos por un sistema que hace exactamente lo mismo que ellos. También es interesante el sistema que vi en Tokio para aparcar vehículos guiados por radio con un sistema de sensores a los lados. El día que esto se consiga aplicar a todos los automóviles de una ciudad, supondrá un ahorro muy grande de tiempo y combustible, porque evita todas las maniobras inútiles. Hay más ejemplos actuales de aplicación de la inteligencia artificial, y específicamente una rama de ésta, como son los sistemas expertos, pero seguimos con un problema muy dificil de transmitir, que me gustaría que en el seminario hubiera quedado claro. El problema de la representación del conocimiento".

Los avances logrados se deben en parte a que la investigación en IA se ha diversificado hacia tres objetivos distintos y complementarios, como son el procesamiento del lenguaje natural, sistemas de procesamiento de imagen y visión y sistemas expertos, que ayuden a los humanos a analizar situaciones complejas y tomar decisiones. Esto supone la interacción de disciplinas tan dispares como la ingeniería eléctrica, computación, psicología, lingüística y filosofía.

La representación de los problemas del conocimiento está muy ligada a lo que en lógica se denomina los predicados vagos. Los únicos intentos hasta ahora de analizar estos predicados es lo que se conoce como lógica borrosa.

El salto a los robots de

quinta generación

Construir un sistema experto no es, en definitiva, más que sacar un cierto consenso sobre el modo más adecuado de resolver determinados problemas entre un grupo de expertos. En Tokio, por ejemplo, se contó con la experiencia de 500 taxistas para concretar cuáles eran las maniobras más adecuadas para aparcar en un espacio determinado. El problema está en hallar un modelo matemático del consenso, ya que éste es un mundo muy poco explorado todavía.

"Pero el tema puntual, a mi juicio", dice Trillas, "es el paso del robot que tiene un sistema experto con el que no puedes hablar al robot controlado por un programa de ordenador que pueda manejarse con lenguaje natural. El paso de los lenguajes de programación convencionales a la utilización del lenguaje natural es el salto a los robots de quinta generación".

En este campo no se puede hablar separadamente de teoría básica y aplicada porque, dada su juventud -el término inteligencia artificial lo utilizó por primera vez John McCarthy en 1956-, no hay una teoría. "Los matemáticos estamos trabajando en base a la demanda, y la evolución teórica es dificil de predecir, porque no se conocen cuáles van a ser las bases matemáticas lógicas. Lo único que se puede decir hoy es que los métodos probabilísticos y los de lógica difusa son los que se está comprobando que van resolviendo los muchos problemas planteados".

Balance de un año.

Una de las realizaciones de Enrique Trillas en el año que lleva el frente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas ha sido la puesta en marcha del Centro de Estudios Avanzados, en Blanes, con tres grupos de trabajo sobre sistemas expertos, biología marina y producción de costas."Este centro forma parte de la labor que estamos realizando para dar al CSIC el rumbo de los años noventa", señala Trillas. "España tiene que realizar un esfuerzo importante en el campo de la investigación, porque hay un gran desfase entre nuestro desarrollo industrial y el tecnológico. Para ello estamos realizando una labor de concentración de esfuerzos en áreas prioritarias".

Una prueba de esto ha sido la reducción de institutos y centros de 145 a 78, reestructurando los que se mantienen y diseñando los nuevos como grandes centros donde lo importante es potenciar los grupos de trabajo. Se han realizado también unas inversiones de 1.800 millones de pesetas en equipamiento y actualización de materiales en los dos últimos años y, ante todo, se han reducido los programas de investigación del último trienio de 700 proyectos para 1.200 investigadores a un número mucho más razonable para el trienio que se inicia este año de 280 proyectos para 1.400 investigadores.

Trillas, de 44 años de edad, es matemático y sustituyó en el cargo de presidente del CSIC el 21 de mayo de 1984 a José Elguero. Es catedrático de Ampliación de Matemáticas de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politécnica de Cataluña, en Barcelona. Ha trabajado activamente en líneas de investigación sobre el desarrollo de diferentes conceptos matemáticos, como los espacios métricos generalizados, los fuzzy sets (conjuntos borrosos), la lógica polivalente y la lógica de vaguedad.

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