Carlos Sánchez Magro, astrofísico
Carlos Sánchez Magro falleció, de manera repentina, el pasado fin de semana, en Tenerife, a temprana edad, 41 años, pocos días después de que reyes, jefes de Estado y presidentes de Gobierno de siete países europeos, entre ellos España, inauguraran el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), del que había sido uno de sus más firmes artífices. Las jornadas de puertas abiertas que se celebran en los observatorios instalados en el Roque de los Muchachos (La Palma), adscritos al IAC, han sido dedicadas a su memoria. Durante los actos oficiales del IAC, el malogrado científico fue distinguido con la encomienda del Mérito Civil. Era natural de Valladolid y doctor en ciencias físicas. Como coordinador del área docente del IAC, Sánchez Magro fue un anfitrión excepcional para los asistentes a la inauguración de los observatorios de Canarias. Fue él quien explicó en el Teide al príncipe de Asturias, don Felipe de Borbón, la importancia de la empresa astrofísica. Además de catedrático de esta disciplina en la universidad de La Laguna, había destacado por su brillantez en la publicación de numerosos trabajos científicos en revistas especializadas nacionales y extranjeras y por la elaboración de interesantes programas de cálculo y análisis para el citado instituto.
