Cumpleaños feliz de los 'bebés probeta'

El 12 de julio de 1984 nació en Barcelona el primer bebé probeta, Victoria Ana: Victoria como exaltación al éxito científico, Ana como homenaje a la bióloga Ana Veiga, del equipo del Instituto Dexeus. Desde entonces se han producido 13 partos con esta técnica, que corresponden todos al Instituto Dexeus, menos dos obtenidos por los equipos de la Quirón y de la Sagrada Familia, igualmente realizados en Barcelona. En Valencia y Bilbao nacerán en fecha próxima nuevos bebés probeta. La primera fecunda-, ción in vitro en un centro de la Seguridad Social se ha logrado en el hospital de Cruces de Baracaldo. El propulsor de este servicio de fertilización in vitro fue el doctor José Ángel Portuondo, que falleció en el accídente aéreo del monte Oitz. En la actualidad hay cerca de 50 embarazos logrados con esta técnica.

"Desde que hace un año nació Victoria Ana", explicó a este periódico el doctor Pere Nolasc Barri, del Instituto Dexeus, "han nacido otros 13 bebés probeta, hay cinco equipos que han conseguido embarazos y existen programas en marcha de fertilización in vitro en numerosas ciudades españolas. La conclusión médica de todo ello es clara: estamos ante una técnica que ha dejado de ser una pirueta científica para convertirse en una realidad clínica".Otra conclusión científica en la que coinciden los equipos que trabajan en programas de fertilización in vitro es que el problema de esta técnica no es de utillaje, ni de instalaciones, sino de disponibilidad humana. La técnica esta perfectamente estandarizada y no hay diferencias fundamentales entre los diferentes equipos, aunque a veces el prurito de algún médico le lleve a decir que utiliza un determinado fármaco como elemento diferencial. "La técnica se puede aprender rápidaniente insiste el doctor Barri, "en nuestro caso hemos mejorado nuestros resultados en el último año al establecer un programa con la cátedra de biología celular de la universidad Autónoma de Barcelona, que dirige el profesor José Egozcue".

Homologación de los centros

En el plano legal, el Gobierno ha reconocido la necesidad de crear una normativa en materia de reproducción humana, manipulaciones genética e ingeniería humana y ha creado una comisión oficial para estudiarla. En ella figura un catedrático de ética, uno de biología molecular, uno dé medicina legal, un ginecólogo, un especialista en planificación* sanitaria, un representante del Ministerio de Sanidad y otro del Ministerio de Justicia.Los diputados José Carretero, del PSOE; Marcos Vizcaya, del Grupo Vasco, y Agustín Rodríguez Sahagún enviaron escritos hace unos meses a la mesa del Congreso de los Diputados en los que subrayaban la urgencia de regular la fecundación in vitro, resaltando la necesidad de clarificar los problemas legales que introducen las nuevas técnicas y avances científicos. Uno de los aspectos fundamentales que debe contemplar esta normativa es la homologación de los centros que desarrollan estas técnicas.

Internacionalmente, tanto el Consejo de Europa como la Organización Mundial de la Salud (OMS) están estudiando estos temas. Para actuar como puente con estas organizaciones, la Sociedad Europea de Reproducción Humana ha creado un comité de ética, de carácter interdisciplinarío, en el que tienen una participación activa los principales equipos médicos de Europa. En algunos países han empezado a crearse en el último año asociaciones de pacientes tratados con fertilización in vitro, a fin de denunciar abusos, asesorar a mujeres y apoyar psicológicamente a las candidatas.

Desde el punto de vista religioso, han aparecido algunas críticas en el último año, entre ellas una glosa dominical del cardenal-arzo bispo Narcís Jubany (del 21 de abril de 1985) que, entre otras co sas, decía: "Tratándose de la vida humana, la manipulación es un mal, cuando se rebasan los límites impuestos por los valores objetivos que caracterizan la dignidad de la persona. Y esto es lo que precisamente se halla en juego en las experimentaciones concernientes a la génesis de nuevos seres humanos. Hoy está en peligro la totalidad y la integridad de la persona humana". Sin embargo, las diferentes mesas redondas desarrolladas con participación de moralistas no han generado ataques específicos a la fecundación in vitro. El padre científico del primer bebé probeta español, el doctor Barri, recuerda cuando se le menciona el tema una declaración pronunciada hace tres años, en Venecia, por el papa Wojtyla en un congreso sobre la materia, en la que les animaba en su labor. "Resulta muy dificil que una Iglesia que se siente solidaria con los problemas de la sociedad no comprenda las indicaciones de la fertilización in vitro", manifestó el doctor Barri. Los grupos de científicos europeos recomiendan que los moralistas interesados en estas cuestiones vean en el laboratorio cómo se trabaja y conozcan directamente los problemas de las personas que acuden a solucionar su esterilidad.

La congelación que viene

Respecto a otras técnicas paralelas a la fecundación in vitro, y particularmente a la congelación de embriones, todavía no se ha puesto en marcha ningún banco de embriones congelados en España, aunque sí que existen grupos de científicos que han realizado experiencias con animales y que trabajan en la congelación del óvulo humano. El Instituto Dexeus tiene la voluntad de desarrollar este campo antes de final de año.En Gran Bretaña sobre el desarrollo de la fertilización in vitro y las técnicas de congelación, la Comisión Warnock ha elaborado un trabajo a solicitud del Parlamento. El informe destaca que ningún embrión fertilizado en el laboratorio podrá ser usado para investigación a partir de las dos semanas, que cada cinco años deberán revisarse los depósitos de semen y huevos humanos y que el término máximo de almacenamiento de embriones no podrá exceder de los 10 años.

En Francia, el biólogo Jacques Testart, impulsor del primer bebé probeta francés, también ha destacado recientemente la necesidad de regular el aspecto de la conservación en frío de los gametos y huevos humanos, pues considera imprescindible limitar su duración y determinar su provenir, en el caso de que se modifique la situación de los donantes.