El Gobierno de Egipto toma el control de las 60.000 mezquitas del país

El Gobierno egipcio decidió el miércoles tomar el control de las 60.000 mezquitas del país y adoptó medidas encaminadas a aislar a los maximalistas musulmanes de sus bases. En lo que se considera en El Cairo como un nuevo episodio de la lucha contra la aplicación de la ley islámica (sharia), el Ministerio de Asuntos Religiosos decidió poner bajo su tutela los templos musulmanes.

Hasta ahora, el Ministerio de Asuntos Religiosos (Wakfs) sólo controlaba unas 7.000 mezquitas del total de 60.000 con las que cuenta Egipto. De hecho, eran los templos más pronunciadamente islámicos los que han escapado hasta el presente al control gubernamental y los que, a partir de ahora, pasarán a ser tutelados por aquel organismo.El Wakfs no dispone de los medios financieros ni de los efectivos humanos necesarios para hacerse cargo del control de las 53.000 mezquitas restantes. Únicamente puede ocuparse de algunos centenares de mezquitas que sirven de lugar de reunión y de propaganda a los partidarios de un Islam puro y duro.

Una de las primeras mezquitas que ha caído en manos del control gubernamental ha sido la de Al Nur, en el barrio popular de Abbassieh, en El Cairo, que se había convertido en el cuartel general de los islámicos radicales.

De este templo partieron todas las consignas para organizar manifestaciones con las cuales forzar al Gobierno egipcio a aplicar la ley islámica.

El nuevo decreto de control de las mezquitas prohíbe a toda persona tomar la palabra ante los fieles durante el sermón de la plegaria de los viernes, si no ha obtenido un permiso gubernamental previo. Esta medida permitirá excluir de la dirección del sermón a los jeques considerados como agitadores o peligrosos por el Gobierno. El jeque Hafez Salama, responsable de la mezquita de Al Nur, ha sido la primera víctima de esta medida ya que ha sido reemplazado por un religioso más dócil.

Ultimátum

El jeque Salama lanzó a finales del pasado mes de mayo un ultimátum al Gobierno a propósito de la cuestión de la sharia, la ley islámica. A él se atribuye la organización de la manifestación que el pasado 14 de junio reclamó al presidente de la República, Hosni Mubarak, la aplicación de la legislación musulmana. Las manifestaciones, prohibidas entonces por el Ministerio del Interior, acarrearon el despliegue de miles de policías de las brigadas antidisturbios alrededor de la mezquita de Al Nur. Asimismo, el Ministerio de Asuntos Religiosos fijará de ahora en adelante las orientaciones generales a las que deberán atenerse los responsables de las mezquitas. Estas medidas han sido adoptadas después de que el presidente Mubarak mostrara su voluntad de "revitalizar las actividades religiosas gubernamentales", propuesta que fue formulada en una reunión celebrada el pasado sábado con los responsables del Partido Nacional Democrático (394 escaños en la Asamblea Nacional, de 458 miembros).Mubarak amenazó entonces con tomar medidas contra los islámicos fundamentalistas.

Era la primera vez que Hosni Mubarak amenazaba directamente y de este modo a los islámicos desde su llegada a la cúspide del poder, en octubre de 1981.

Mubarak, que es general y fue as de la aviación egipcia, había decidido entonces contemporizar con los islámicos tras el asesinato de Anuar el Sadat, el 6 de octubre de 1981.

Los servicios de seguridad egipcios habían puesto de manifiesto su impotencia orgánica para controlar el fenómeno islámico en Egipto.