Secuestro del 'número uno' de las listas del Partido Socialista Unificado de México

Un comando de cinco personas fuertemente armadas secuestró, a las 13,55 del lunes (21.55, hora peninsular) al dirigente comunista Arnolfo Martínez Verdugo, de 60 años, número uno en las listas del Partido Socialista Unificado de México (PSUM) a las elecciones para la Cámara de Diputados, que se celebrarán el próximo domingo.En un comunicado difundido por el Comité Central del PSUM se publicó que "cinco individuos armados, que se autodefinieron como integrantes del Partido de los Pobres, secuestraron al compañero Arnolfo Martínez Verdugo". Martínez es la figura más destacada del comunismo mexicano en las últimas dos décadas.

Ocupó el cargo de secretario general del Partido Comunista mexicano (PCM) desde 1967 hasta 1981, cuando el PCM se reagrupó con otras agrupaciones de izquierda bajo las siglas del PSUM. El secuestrado fue candidato presidencial del PSUM en las elecciones de 1982 y candidato con un 4,5% de votos, el tercer lugar tras el presidente Miguel de la Madríd y el candidato derechista del Partido Acción Nacional (PAN). El grupo que se atribuye el secuestro, el Partido de los Pobres, es una organización guerrillera que surgió en los años setenta y, bajo la dirección del maestro Lucio Cabañas, reunió a unas 200 personas que actuaron en el Estado de Guerrero. La guerrilla fue exterminada y Cabañas cayó en un enfrentamiento armado.

El Partido de los Pobres reapareció el pasado 22 de febrero, cuando secuestró al profesor Félix Bautista, también miembro del PSUM, que continúa secuestrado. La acción del Partido de los Pobres contra dirigentes del PSUM podría estar relacionada con un contencioso sobre 200 millones de pesos (unos 145 millones de pesetas) que el Partido de los Pobres exige al PSUM. Durante las acciones guerrilleras de los años setenta, el Partido de los Pobres secuestró al gobernador del Estado de Guerrero y recibió un rescate en 1978.

El Partido de los Pobres justificó el secuestro de Bautista, el pasado febrero, con la exigencia de esa cantidad, que, según los secuestradores, equivale a cuatro millones de pesos procedentes del rescate del gobernador del Estado de Guerrero. Según los secuestradores, esa cantidad habría ido a parar a las arcas del PCM cuando el nuevo secuestrado, Arnoldo Martínez, era secretario general.

En la capital mexicana existe preocupación por la suerte de Martínez. Los partidos políticos condenaron unánimemente la acción violenta que se produjo en pleno día en una zona céntrica de la capital.

Los secuestradores entraron en el despacho de Martínez, cortaron las líneas telefónicas y amenazaron con sus armas a los empleados del Centro de Estudios del Movimiento Obrero y Socialista, que dirige el secuestrado.