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La liberación de los rehenes norteamericanos

( ... ) Pese a su conclusión feliz, después de 24 horas de suspenso, la crisis de los rehenes provoca comentarios en la opinión, y más todavía en la clase política.Por el momento, el sentirniento de euforia domina en la opinión inclinada a aprobar a Reagan por su actitud prudente y moderada. En los medios próximos a la Casa Blanca se señala que Estados Unidos no se ha comprometido, no ha hecho ninguna promesa a los terroristas ni ha incitado a ningún otro país a hacer concesiones. No existe ninguna conexión entre la puesta en libertad de los rellenes y la próxima de los shiíes prisioneros en Israel; tal es la letanía de los medios oficiales, que acaban por convencerse ellos mismos.

De hecho, la negociación no ha cesado jamás hasta el último minuto, con la publicación el sábado de la corta declaración del Departamento de Estado reafirmando el apoyo que Estados Unidos aporta desde hace tiempo a la preservación de Líbano, de su Gobierno, a su estabilidad y a su seguridad y al alivio de los sufrimientos de su pueblo. La fórmula que ha permitido poner fin al bloqueo de la situación había sido sugerida por los sirios, afirmando que respondía a la demanda de Nabill Berri exigiendo que ninguna represalia tendría lugar después de la liberación de los rehenes. Se sabía también por mediación de los siriosque el líder shií, animado por el presidente Assad, estaba apresurado para negociar con el grupo Hezbollah para permitir a los cuatro rehenes que él guardaba unirse a los otros 35 que esperaban su partida para Damasco. Pero Nabih Berri hizo saber que no podía recuperar a los siete norteamericanos secuestrados en el curso de los últimos 15 meses y todavía detenidos en un lugar desconocido. Su detención es una de las preocupaciones de Reagan. En efecto, pese a las declaraciones de autosatisfacción de la Casa Blanca, el presidente no sale indemne de la crisis. Para hablar famibarmente, ha dejado algunas plumas en este asunto ante una opinión desconcertada y casi rectificada por Nabih Berri.

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