Los médicos de la Modelo denuncian al juez la situación sanitaria

El colectivo de médicos y asistentes técnicos sanitarios (ATS) adscritos a la cárcel Modelo de Barcelona presentarán esta semana ante el juez de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Barrera, un escrito denunciando numerosas irregularidades administrativas y sanitarias presuntamente cometidas por la dirección del centro. Los facultativos entienden que tanto el ex director de la prisión, José Luis Martínez Socias, como el director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat, Xavier Hernández, no han tomado las medidas adecuadas cuando se han denunciado los problemas. Los contenciosos por este tipo de problemas se están produciendo desde hace meses por temas salariales y de reorganización interna.Los denunciantes han decidido acudir al juez de Vigilancia Penitenciaria, encargado de la defensa de los intereses de los presos, por entender que las situaciones anómalas que, a su juicio, se registran, "vulneran los derechos elementales de los reclusos".

Entre los argumentos que se plantearán ante el juez Barrera destaca el de una insuficiente dotación de personal y medios materiales, así como diversas irregularidades administrativas que se realizan para paliar la situación. Entre ellas, el personal sanitario destaca que tres de los seis médicos existentes no son funcionarios de carrera y figuran como contratados por una prestación puntual de servicio, cuando en realidad desempeñan las mismas funciones que sus compañeros, si bien deben acogerse a un sistema de pago totalmente irregular. Estos médicos, junto a los tres ATS que se encuentran en idéntica situación cobran de las partidas que luego se detraen del presupuesto asignado a la comida de los internos.

Por otra parte, el estado de la farmacia y el control de los medicamentos -el pasado mes de diciembre fue cesado el jefe de los servicios médicos, Andrés Ginel, por supuestas irregularidades en estas dependencias- es calificado de "deplorable" por los denunciantes. En sus dependencias, según las mismas fuentes, "existen todo tipo de parásitos, que son transportados por gatos y palomas". Según los médicos, un responsable del centro calificó la enfermería como "lo más parecido a un campamento de refugiados palestinos". Las consultas que se realizan en las galerías -400 presos por médico a una media de 40 visitas diarias- son también objeto de críticas, y son definidas como una práctica de "medicina coactiva", dado que las prescripciones se realizan en presencia de los presos, que "suelen abuchear e incluso amenazar si se toma una decisión que no les gusta".