El ejemplo de la fábrica textil número 1 de Pekín

R. V., "Estamos negociando con una firma de Australia la modernización de la actual fábrica y la creación de otra nueva", dice Yang Ming King, directora adjunta del buró administrativo de la fábrica textil número 1 de Pekín, una de las primeras creadas en la capital tras el triunfo de la larga marcha revolucionaria dirigida por Mao Zedong en 1949.

"Ahora, las reformas económicas", dice Yang, "son de exclusiva competencia del director de la fábrica, que tiene la responsabilidad de la gestión, aunque siempre se asesora con el comité del partido y los sindicatos de las empresas. La ventaja es que las decisiones son más rápidas".

¿Y los salarios? "En una segunda fase se establecerá una escala salarial", añade Yang, "pero en realidad los salarios ya han subido gracias al aumento de la producción". Yang gana 86 yuanes al mes (aproximadamente unas 6.000 pesetas).

Con un total de 2.700 empleados, el 70% mujeres, la fábrica textil número 1 de Pekín elabora algodón para, entre otras varias finalidades, la fabricación de camisas marca Templo del Cielo, destinadas a la exportación.

Ahora en esta factoría fabrican en colores variados y estampados, algo que habría sido imposible hace 10 años, en plena euforia de la guardia roja, defensores del cerrojo y la masificación de la población como solución a los problemas de China.