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La banca cree que la deuda exterior es su mayor enemigo

La deuda internacional ha sido calificada como el mayor enemigo actual con el que se enfrenta el sistema bancario mundial, en el curso de la XVIII reunión bancaria internacional que tiene lugar en Benalmádena (Málaga) y a la que asisten más de 100 banqueros de una treintena de países.

Las causas de la imparable deuda exterior, que afecta especialmente a los países hispanoamericanos, son la crisis del petróleo, los elevados gastos militares y la recesión que afecta a numerosos países industriales en la década actual, así como la política de Estados Unidos de elevar los tipos de interés.Algunas instituciones bancarias internacionales han sido culpadas en Benalmádena de "incompetencia criminal" por prestar dinero a países insolventes. Las recientes declaraciones de Fidel Castro, en el sentido de que los países de América Latina deberían olvidarse de pagar su deuda exterior han sido criticadas en la reunión bancaria de la costa malagueña. "Es muy fácil olvidarse de las deudas, pero si algún país lo hiciera se saldría de la comunidad financiera y de la economía internacional; quedaría fuera de cualquier relación financiera nueva; no recibiría nuevos fondos y su comercio se paralizaría", manifestó un banquero extranjero.

En Benalmádena tampoco se encuentra la fórmula para resolver la crisis mundial de pagos. La banca sólo encuentra soluciones para "mostrarse más cauta en el futuro a la hora de prestar, de forma que no vuelvan a repetirse las misma situaciones". Como medida de gracia, algunos banqueros estarían dispuestos a aceptar que al menos una parte de los intereses de la deuda exterior se reinvirtieran en los países deudores.

En París, el secretario ejecutivo de la Comisión Económica de la ONU para América Latina (CEPAL), el argentino Norberto González, ha manifestado que las raíces del endeudamiento latinoamericano, que alcanza unos 400.000 millones de dólares, están en el consumo exagerado, los gastos militares y la excesiva apertura de mercados con aumento lógico de las importaciones. Para González, la visión actual de la crisis de pagos latinoamericana es menos optimista que hace meses, admitiéndose que "será difícil mantener la rigidez de los programas actuales de ajuste durante mucho tiempo".

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