Joe Cocker hizo peligrar en Benidorm la actuación del grupo ganador, Círculo Vicioso
La 25ª edición del festival consolida su nueva etapa
A los pocos minutos de hacerse público el fallo del jurado, el grupo de rock Círculo Vicioso, ganador del 25º Festival de Benidorm, ya tenía la oferta de una importante cadena de discotecas para realizar 25 galas este verano. Organizadores y participantes de este festival habían quemado sus nervios hasta el último momento, en la noche del domingo. Cuando el británico Joe Cocker, cuyas exigencias hicieron temer por la realización de la gran final, salió al escenario y las cámaras de televisión recogían su actuación todos respiraron aliviados.
Joe Cocker ofreció un bello concierto en la plaza de toros de Benidorm (Alicante), donde, voluntarioso, interpretó desde algunas de sus más antiguas canciones -With a little help from my friends- hasta sus temas más recientes -Up where'we belong-, intercalando espléndidas baladas, como You are so beautiful De no ser por imperativos de cierre de la primera cadena de TVE, Joe Cocker hubiera seguido cantando en Benidorm. Previamente, sin embargo, el británico estuvo a punto de aguar la fiesta de la gran final.Cuando los tres grupos finalistas del Festival de Benidorm -Círculo Vicioso, Seguridad Social y Alphaville- llegaron a la plaza de toros antes de la final se llevaron una desagradable sorpresa: habían reducido el escenario a la mitad y sustituido el equipo de sonido por otro peor. Los madrileños de Alphaville y los sevillanos de Círculo Vicioso amenazaron con no salir al escenario. El dinero de los premios -un millón, medio millón y 250.000 pesetas, para el primero, segundo y tercer galardón, respectivamente-, además de no contar con el apoyo de los valencianos de Seguridad Social, fue argumento suficiente para no resistirse a la final.
Un equipo en exclusiva
El problema era que los organizadores habían firmado un contrato con Cocker en el que se especificaba que el mejor equipo de sonido y algunos de los instrumentos debían ser utilizados en exclusiva por el británico. Cocker, que cobró 5,7 millones de pesetas, puso todo tipo de pegas a la organización hasta el momento de salir a escena.La actitud de Joe Cocker, muy propia por otra parte de todas las grandes estrellas del pop, fue la gota que colmó el vaso para los grupos que optaban al premio. Ellos, los finalistas, los protagonistas, los que "vamos a resucitar este festival que estaba muerto", han sido en Benidorm muchas veces actores de reparto, si no extras, de esta película. Perdido el poder de convocatoria de los viejos tiempos del festival, ésta ha sido una edición de transición y, por tanto, contradictoria en muchos aspectos.
La gran gala de conmemoración del 25º aniversario del Festival de Benidorm, a la que no fueron invitados los grupos de rock que participaban en el concurso, fue significativa. El Ayuntamiento de Benidorm y Radiocadena Española dieron de cenar a 500 comensales, y entre discursos y alabanzas se repartieron 25 medallas conmemorativas a los artífices del festival de pasadas ediciones, es decir, a personajes del mismo Ayuntamiento y de la misma Radíocadena. Algunas medallas fueron también para los otros artífices: Raphael, Julio Iglesias, Emilio José, Concha Velasco, Manuel Alejandro... Ninguno de ellos vino a recoger su recordatorio. Cuando salió Dyango al escenario de aquella enorme sala de fiestas, los miembros del jurado -en su mayoría críticos musicales de medios informativos- y algunos de los escasos invitados jóvenes huyeron a las discotecas.
La voluntad de cambiar las cosas, a pesar de todo, ha sido notable. En las calles de Benidorm se escucha cien veces más a Julio Iglesias que a Michael Jackson, pero saben que a un festival de vocación nacional, e incluso internacional, debía adaptarse al ritmo de los tiempos y este ritmo es el rock. La victoria de Círculo Vicioso fue acogida con enorme ilusión incluso por los artífices más antiguos de este festival.
Círculo Vicioso es una banda de rock con enormes posibilidades de triunfar. Se han presentado con cuatro temas propios. Portero de noche es una balada que ya programan las emisoras locales como tímido apunte de lo que puede ser un disco de gran aceptación.
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