Manuel Rivera: "La última vanguardia no fue sólo una tendencia, fue una sensibilidad de la época"

El pintor granadino Manuel Rivera ingresó ayer en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con un discurso titulado Las vanguardias históricas españolas, en el que dijo: "La última vanguardia no fue sólo una tendencia, fue una sensibilidad de la época". El discurso de Manuel Rivera fue contestado por el académico Luis García Ochoa. La sala estaba presidida por una de las habituales telas metálicas del pintor andaluz hecho inusual en la tradicional institución.

Manuel Rivera, de 57 años de edad, glosó en su discurso de ingreso en la Academia la figura de Juan Antonio Morales, a quien sucede, y añadió: "En el lugar que ahora ocupo debería estar mi entrañable compañero el pintor Fernando Zóbel si la muerte, inexplicable e inoportuna, no se lo hubiese llevado". La elección de las vanguardias históricas como tema de su discurso fue justificado por el autor: "No me mueve la pretensión de originalidad en el planteamiento de los hechos, sino que por haber sido actor y espectador de éstos me siento obligado a hacer una reflexión testimonial"."Hoy la palabra vanguardia", dijo Rivera, "ha caído en desuso y las nuevas generaciones la rechazan violentamente. El pintor dijo después que algunas veces se niega valor artístico a las obras que no son entendidas, y quizá el problema estriba en "atenerse al mundo de lo conocido para justificar un orden de expresión nuevo". Las vanguardias anteriores a la guerra civil, para Rivera, influyeron en la generación de posguerra. Una parte de aquella generación abandonó España, pero la otra se quedó y dio nacimiento a diversos grupos, como el llamado de los Artistas Ibéricos.

Formación de El Paso

En una alocución muy fundamentada en datos y fechas, Rivera fue señalando las exposiciones y actos que impulsaron el desarrollo de las vanguardias hasta desembocar en el curso internacional sobre arte abstracto que se celebró en Santander en 1953, en la Universidad Menéndez Pelayo. "Allí estuvimos y allí tomamos contacto los que años más tarde fundaríamos en Madrid el grupo El Paso".Con la creación de este grupo "se trataba de atrapar lo desordenado de la naturaleza o del sentimiento, oponer el objeto artístico al objeto industrializado, el uso de unas técnicas más libres y, por así decirlo, la virulencia del gesto expresándose a través del color y de las formas", dijo el nuevo académico. En 1960 se cumplieron tres años de la fundación de El Paso en Madrid, y ese mismo año se disolvió con una exposición en Roma.

"La última vanguardia", concluyó Manuel Rivera, "no fue sólo una tendencia, fue una sensibilidad de la época". En su contestación al discurso, el académico Luis García Ochoa calificó a, Rivera de pintor renovador en momentos propicios renovadores".