Tras la tela metálica
La solemne sesión celebrada ayer en la Real Academia de Bellas Artes estuvo presidida, como es preceptivo, por una obra del candidato. Manuel Rivera presentó una de sus habituales telas metálicas y pronunció un discurso en el que trazó la historia de las vanguardias españolas. El pintor granadino citó al Grupo Pórtico de Zaragoza (1947), a la Escuela de Altamira (1948), al grupo madrileño El Paso (15157), del que fue fundador, así como a Inter-Nos de Cataluña, Parpalló de Valencia y al Equipo 57 de Córdoba."Nos lanzamos a la arena", dijo Rivera en su discurso, "a la posibilidad de salir airosos de la aventura o quedar deshechos en ella, pero conscientes, responsables y a gusto". Las vanguardias anteriores a la guerra "dejarían tal huella en nuestro país que no hubiera sido posible sin ellas la continuidad cultural en los difíciles años cuarenta".
"Mi vida como hombre y corno artista siempre fue la búsqueda. Nunca supe lo que debía hacer, sino lo que no debía hacer, aprendido en mi propia experiencia. Nunca he pasado de lo experimental", escucharon ayer los académicos tras la tela metálica.
