Un servicio especial verifica los informes policiales que llegan a Presidencia

El presidente del Gobierno, Felipe González, dispone de un servicio especial de información integrado por seis funcionarios del Cuerpo Superior de Policía, a cuyo frente se encuentra un subcomisario. Este servicio depende del jefe de la unidad de seguridad y protección de la Presidencia del Gobierno, comisario Manuel Céspedes, y tiene entre otras misiones la de contrastar datos o informes enviados a la Moncloa por otros servicios de información españoles y la de investigar quiénes son exactamente las personas que solicitan audiencia al jefe del Ejecutivo.

Aparte de este servicio de información, el Estado cuenta con otros siete, seis de ellos dependientes del Ministerio de Defensa, y el restante, del Ministerio del Interior. No obstante, el principal servicio de información controlado por los militares, concretamente el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID), disfruta de la ventaja de tener a su disposición una unidad policial, denominada Brigada de Relaciones. Informativas, que, aunque depende en teoría de la Brigada de Interior, opera en exclusiva bajo mando militar.El CESID controla, a través de la Brigada de Relaciones Informativas, toda la información que obra en poder de la Comisaría General de Información, ya que tiene acceso a los archivos centrales de este importante departamento policial, cuyo máximo jefe es el supercomisario Jesús Martínez Torres. Los archivos centrales de la Comisaría General de Información están bajo custodia directa del comisario y secretario general del departamento, Manuel Piqueras del Rey, uno de los pocos altos cargos policiales que escaparon de los relevos efectuados por los socialistas entre el mando policial cuando tuvieron acceso al Gobierno.

Curiosamente, el archivo central de la Comisaría General de Información es el verdadero registro policial adonde van destinadas todas las notas informativas o informes que han sido elaborados en la España democrática por policías sobre actividades de partidos, organizaciones sociales y particulares. Las notas informativas de la Brigada de Interior son evaluadas por el mando de esta unidad y, según su importancia o veracidad, enviadas a Piqueras.

La Dirección General de la Policía, una vez que estalló el escándalo del espionaje a los partidos, encargó al propio Piqueras una investigación sobre el origen de la información.

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