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La milicia proisraelí de Líbano reclama a 11 de sus hombres a cambio de 23 'cascos azules'

Una auténtica prueba de fuerza se desarrolla desde el viernes por la tarde en el Líbano meridional entre cascos azules de la ONU (FINUL) allí desplegados y el autodenominado Ejército del Sur de Líbano (ELS), una milicia armada, financiada y entrenada por Israel a la que el Ejército israelí está traspasando el control de una franja de territorio a lo largo de la frontera con el Estado judío. El ELS mantiene secuestrados a 23 soldados finlandeses de la FINUL a la espera de que sean liberados por milicianos shiíes 11 de sus hombres.En el curso de un asalto contra la posición de ELS en el pueblo de Kantara, 11 defensores de la plaza fueron capturados el viernes por el movimiento shií Amal, y, para obtener su liberación, la milicia proisraelí, acaudillada por el general retirado Antoine Lahd, secuestró primero, en esa misma localidad, a cinco militares del contingente finlandés de la FINUL -uno fue liberado poco después- y más tarde capturaró en Adaisse a otros 19 soldados de la misma nacionalidad, según informó la ONU.

La versión de ELS, divulgada por la radio israelí pero desmentida por el portavoz de los cascos azules, sostiene que sus hombres fueron primero desarmados por las tropas "hostiles" de la ONU que les entregaron al enemigo, de cuyas manos deben ahora rescatarlos. Para convencerle de su determinación, algunos lugartenientes de Lahd llegaron incluso a amenazar con dar muerte cada hora a uno de los 23 capturados.

Oficiales de la FINUL visitaron a los 11 cautivos de Amal cerca de Tiro e informaron a Lahd que sus milicianos presos eran "bien tratados", pero el gesto no bastó para apaciguar a ELS que, aunque renunció a ejecutar a sus rehenes, apaleó a dos de ellos, según denunció el portavoz Timur Goksel.

Tanto el secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, com.o el Gobierno de Helsinki pidieron a Tel Aviv, auténtico valedor del ELS, que haga "todo lo posible" para solucionar el asunto. Pero en una conversación telefórnca que el general William Callaghan, que manda la FINUL, mantuvo con el comandante en jefe del Frente Norte israelí, general Urior, éste aseguró "no poder dar órdenes a Lahd".

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