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La situación de la economía española

El Banco de España incurre en perdidas para mantener los tipos de interés

El Banco de España está colocando pagarés del Tesoro entre las instituciones financieras con pérdidas para el banco emisor, en un intento de controlar el nivel de liquidez y los tipos de interés. Las subastas de préstamos, reiniciadas esta semana, muestran una aceleración importante. El crecimiento de las magnitudes monetarias empuja al alza los tipos, aunque se intenta frenar con la actuación directa del Banco de España. En la última subasta de pagarés, el Banco de España compró la mayor parte de los aceptados por el Tesoro.La evolución monetaria de los cinco meses transcurridos de 1985 no tranquilizan en la Administración. La cantidad de dinero que tiene el sistema mantiene unas tasas de crecimiento bastante por encima de las fijadas y, lo que también preocupa, se ha producido una brecha mayor de la estimada en la relación existente entre las disponibilidades líquidas y los activos en manos del público. Hasta ahora se consideraba que los activos líquidos crecían dos puntos por encima de las disponibilidades; la realidad de lo ocurrido en estos meses muestra unas tasas de aumento superiores a los cuatro puntos.

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El exceso de liquidez en el sistema, consecuencia de presiones internas y de la acumulación de reservas de divisas en el mismo momento en que la Administración ha decidido frenar temporalmente el pago anticipado de una parte de la deuda exterior, trata de ser absorbido por el Banco de España mediante la cesión, con pacto de recompra, de pagarés del Tesoro de su cartera. Los tipos de interés a los que el Banco de España cede estos pagarés se sitúan en la actualidad en el 14%, rentabilidad superior a la que obtiene el banco emisor por esos mismos pagarés.

El drenaje de liquidez ha empezado a realizarse con pérdidas por el Banco de España, lo que, en definitiva, significa que la autoridad monetaria trata de que no se reflejen en los tipos de interés de mercado las tensiones al alza existentes y que podrían auspiciar una elevación generalizada, en unos momentos en que se quiere impulsar la inversión. Lo lógico, de mantenerse la ortodoxia financiera, defendida desde la Administración, es que en las subastas de pagarés se iniciara una leve subida de los tipos de interés para adecuarse a las nuevas condiciones.

Pero, por el momento, el Banco de España seguirá cediendo pagarés a tipos más elevados de los reales, lo que le hará incurrir en pérdidas, que se traduce en menores ingresos para el Tesoro, pero sin que signifique una subida generalizada. Esta alternativa se mantendrá durante un cierto tiempo, antes de aceptar un cambio de tendencia.

Esta nueva instrumentación de la política monetaria se mantiene en la línea de la iniciada el año pasado en la que se consideraba como objetivo fundamental la reducción de tipos de interés e importaba poco o nada la cantidad de dinero que se ponía en circulación, aunque introduciendo algunas modificaciones como las "advertencias" que el Banco de España viene haciendo, elevando los tipos de interés en las subastas de préstamos, con repercusiones de encarecimiento para todas las operaciones de crédito concertadas a tipos variables.

Mantener la política

José María Cuevas, presidente de la CEOE, señalaba que, ante el temor a nuevas tensiones inflacionistas, el Gobierno podría estar tentado a endurecer la política monetaria, lo que echaría al traste todo el intento de relanzamiento diseñado en los últimos meses. La banca, por su parte, afirma que ha reducido de forma drástica el volumen de pagarés que tiene en su cartera, por lo que empezaría a apostar por una subida de los tipos de interés.

De hecho, en la última subasta de pagarés, con una oferta de dinero superior a los 251.000 millones de pesetas, las instituciones financieras no lograron imponer su criterio de subida y se quedaron con el dinero en sus cajas al no aceptar el Tesoro los tipos propuestos. El Banco de España adquirió la mayor parte de los pagarés, manteniendo el tipo marginal de la subasta para impedir la subida y por motivos de control monetario.

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