Galardonados el bioquímico español David Vázquez y el ingeniero mexicano Emilio Rosenblueth

El bioquímico español de origen asturiano David Vázquez Martínez, de 55 años, y el ingeniero mexicano Emilio Rosenblueth, de 60 años, compartirán la quinta edición del Premio Príncipe de Asturias de investigación científica y técnica, otorgado a mediodía de ayer en Oviedo por un jurado de 15 miembros presidido por el Nobel Severo Ochoa. El galardón fue concedido, por unanimidad, a ambos científicos, cuyos dos nombres aparecerán conjuntamente en el diploma acreditativo del premio, dotado con dos millones de pesetas y una escultura de Joan Miró.

El Jurado, reunido desde el jueves en la capital asturiana, decidió premiar a David Vázquez Martínez "a la vista de los relevantes méritos de su obra de creatividad científica" y "por sus contribuciones al conocimiento del mecanismo de acción de los antibióticos y los fundamentos moleculares de la biosíntesis proteica". En el caso de Emilio Rosenblueth se reconoce, según recoge el acta del fallo del jurado, su "excepcional aportación a la investigación tecnológica" y, concretamente, "sus decisivas contribuciones al conocimiento del comportamiento dinámico de las construcciones, que ha permitido el desarrollo de la ingeniería antisísmica".La candidatura de David Vázquez Martínez, una de las 53 presentadas a esta quinta edición del Premio Príncipe de Asturias de investigación científica y técnica, fue remitida por el presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Enrique Trillas, quien formaba parte del jurado. Sin embargo, fue otro de sus miembros, el investigador de las bases moleculares del cáncer Mariano Barbacid, el encargado de explicar ayer la significación profesional de David Vázquez.

Mariano Barbacid recordó la etapa iniciada al principio de la década de los setenta por David Vázquez, al frente del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC, porque 'Tue allí donde su figura comenzó a adquirir su verdadera dimensión científica".

No obstante, en opinión de Barbacid, "es difícil saber si el mayor mérito de David Vázquez reside en su contribución científica o es su capacidad de haber creado escuela, de haber enseñado a investigar a una generación de jóvenes científicos". Entre los discípulos de David Vázquez figuran el propio Barbacid, Rafael Fernández-Muñoz, María Luisa Celma, Enrique Bataner, Luis Carrasco y Manuel Fresno.

Emilio Rosenblueth, propuesto para el premio por la universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), es profesor del Instituto de Ingeniería de este centro académico. Rosenblueth emprendió ayer un viaje a España, previsto con antelación, para pronunciar una conferencia el próximo día 11 de este mes, sobre Ética y diseño estructural en el instituto Eduardo Torroja del CSIC.

José Antonio Jiménez Salas, catedrático de Geotecnia y Cimientos de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos de Madrid, y miembro del jurado, destacaba ayer las investigaciones de Rosenblueth "en el campo del comportamiento de las construcciones frente a los terrernotos".

El príncipe Felipe, cuyo título da nombre a los premios, envió ayer desde Canadá dos telegramas de felicitación a los dos galardonados en los que expresa su "rnás afectuosa enhorabuena". El príncipe Felipe ha terminado en un colegio de Canadá los estudios equivalentes al COU y hoy recibirá el diploma correspondiente.

El jurado estuvo presidido por el premio Nobel Severo Ochoa e integrado por otros 14 científicos y técnicos.