Los 'ultras', del Batallón Vasco Español alegan "miedo insuperable" para justificar siete asesinatos
Ignacio Iturbide Alcáin y Ladislao Zabala Solchaga, miembros del grupo terrorista de ultraderecha ya extinguido Batallón Vasco Español, cometieron siete asesinatos debido al "miedo insuperable" que padecían, según arirmó su defensor en el juicio que ayer se celebró contra ellos en la Audiencia Nacional. Ambos confesaron en su día ante la policía y el juez su participación en los crímenes, pero ayer Zabala impidió que su compañero Iturbide declarara ante el tribunal.
Zabala e Iturbide están acusados de los asesinatos de José Ramón Ansa, Tomás Alba, Felipe Sagarna, Miguel Arbelaiz, Luis Miguel Elizondo, Joaquín Antimasveras y Francisco Javier Ansa, y de los asesinatos frustrados de Andrés Echevarría y Víctor Fernández Ochoa, hechos ocurridos en Guipúzcoa entre 1979 y 1981. El fiscal y las acusaciones piden para ellos penas que totalizan dos siglos y medio de cárcel. El defensor reconoce que cometieron los crímenes, pero solicita la absolución por considerar que no son responsables de los hechos ya que padecían "miedo insuperable" debido a la actuación de ETA en el País Vasco.Los otros tres procesados son Jesús Jiménez Gortázar, Benito Santos Medina y Jesús Jiménez Clavería, para los que el fiscal pide dos años, cuatro meses y un día por haber facilitado el arma con que se realizaron los asesinatos. El defensor pide la absolución para Santos y multa de 20.000 pesetas para Clavería y Gortázar por tenencia ilícita de armas.
En el juicio, cuando Iturbide, autor material de los disparos, iniciaba su declaración, se produjo una interrupción por la avería en uno de los micrófonos de la sala. En ese momento, Zabala, indignado, llamó a Iturbide y le reprendió duramente por acceder a declarar, reprensión que Iturbide aceptó sumiso. Subsanado el fallo en la megafonía, Iturbide tímidamente anuncié que no contestaría ninguna pregunta, incluidas las de su defensor.Sin embargo, después Iturbide contestó a dos preguntas de su abogado. Una de ellas para excusar al procesado Santos, un ex guardia civil del que dijo que no le había vendido pistola alguna, aunque en su confesión judicial así lo había reconocido. La otra, para explicar que si se había negado a declarar era "porque ellos (refiriéndose a los acusadores) saben quiénes han matado al niño de Pamplona, a los generales, a la Guardia Civil y a todos mis amigos. Ellos colaboran con los comandos etarras y no conde nan los atentados de ETA".
"ETA asesina"
Zabala, en su tumo,» se, pronunció en un sentido parecido, y señaló: "no puedo contestar a estos señores porque representan a ETA, y ETA es asesina".Tampoco quiso contestar al tribunal porque nos ha negado la libertad provisional". Los acusadores pidieron que constaran en acta las manifestaciones de los dos procesados por si fueran constitutivas de delito.
Los procesados Gortázar y Clavería reconocieron que se habían intercambiado armas entre ellos, pero negaron cualquier relación, igual que Santos, con las actividades de Zabala e Iturbide.
Víctor Fernández Ochoa, una de las víctimas, que acudió a testificar en silla de ruedas y en precario estado de salud, dijo que no pudo ver a la persona que le disparó y que es apolítico.
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