La revolución fiscal de Reagan
The New York TimesLos impuestos son lo que pagamos para tener una sociedad civilizada, dijo hace 80 años Oliver Wendell Holmes. El presidente Reagan procede de otro mundo de valores. Al oír a Reagan, impuestos y Gobierno son ellos mismos diabólicos. No se puede ocultar que los impuestos son medios, aunque imperfectos, para satisfacer las necesidades de la comunidad: escuelas, carreteras, museos, apoyo a los desamparados y otras deficiencias de la civilización.Reagan está buscando apoyos públicos para una gran empresatransformación del código fiscal, y hasta emplea frases populistas. (...)
Pero surge una interrogación: el presidente Reagan ¿está buscando una reforma del sistema fiscal para sus propios fines o está realmente interesado en objetivos ideológicos?
Ésta es una pregunta que puede jugar un papel determinante en la consideración del plan Reagan de ahora en adelante.
Grupos de todos los distintos esquemas políticos aceptan la idea de una simplificación fiscal, pero muchos no aceptan la idea de Reagan de reducir la intervención del Gobierno, abandonando las responsabilidades públicas a la acción privada.
Consideramos un importante elemento del plan de Reagan terminar con los impuestos para los Estados y administraciones locales. ¿Esto es una reforma fiscal o simple ideología? Por otra parte, la propuesta llevaría a los Estados a la realización de la visión de Reagan de pequeños gobiernos locales.
Nueva York, 31 de mayo