El PSOE no tomará medidas disciplinarias con Nicolás Redondo por haber votado contra el Gobierno
El PSOE no tomará medida alguna contra la indisciplina de voto del secretario general de UGT, Nicolás Redondo, que apoyó, contra la opinión del Grupo Socialista, la devolución al Gobierno del proyecto de reforma de pensiones. El propio Sáenz de Cosculluela afirmó recientemente que con Redondo se mantendría un trato de privilegio. Y el ministro de Trabajo, Joaquín Almunia, aseguraba que, salvo con Redondo, había que ser inflexibles con los demás parlamentarios, y se mostraba a favor de que los dirigentes sindicales no fueran a la vez parlamentarios. Mientras tanto, UGT ha iniciado ya sus manifestaciones de protesta, y algunas ejecutivas provinciales del sindicato han comenzado a encerrarse contra el proyecto del Gobierno.
El secretario general de UGT y diputado por Vizcaya, Nicolás Redondo, no será sancionado por haber roto la disciplina de voto del Grupo Parlamentario socialista al pronunciarse el pasado jueves a favor de devolver al Gobierno el proyecto de ley de reforma de pensiones. Aunque el reglamento interno del citado grupo no especifica nada al respecto, fuentes del partido socialista señalaron que existía el acuerdo implícito de que los secretarios generales de UGT y del PSOE no estén sujetos a disciplina.Las mismas fuentes matizaron que esta excepcionalidad se refería exclusivamente a la asistencia a los plenos, pero que nada tenía que ver con la disciplina de voto. Sin embargo en el caso de Nicolás Redondo, el PSOE tendrá en cuenta que su postura viene determinada por su cargo en UGT y que su voto -contrario a la opinión del Grupo Socialista-, reflejaba la opinión del sindicato.
En el fondo, lo que subyace es la voluntad de no tomar ningu na medida que ahonde aún más las diferencias que mantiene el sindicato con el partido y el Gobierno. Manuel Chaves afirmó ayer que el PSOE tenía la intención de hacer lo posible por cerrar las heridas, una vez que se diera por fionalizado el debate de las pensiones, y en consecuencia trataría de no provocar nuevas diferencias. Javier Saénz de Cosculluela, portavoz del Grupo Socialista, reconocía hace escasamente unos días que con Redondo se mantendría un trato de privilegio. Trato que, según afirmaba Joaquín Almunia a las pocas horas, no había por qué extender a otros parlamentarios socialistas.
Cuestión geopolítica
El ministro de Trabajo comentaba la noche antes del debate parlamentario, en un encuentro con periodistas, que "con Nicolás no hay por qué tomar medidas, pero, desde luego, con el de Melilla hay que tomarlas". Alguien comentó con ironía que,aquello era claramente una cuestión "geopolítica". Se refería Almunia al anuncio de que el secretario general de UGT de Melilla y senador socialista, Miguel Ángel Roldán, no votaría a favor del Gobierno. Roldán parece que ha rectificado posteriormente su postura y asumirá la disciplina de voto.
Joaquín Almunia afirmó en la misma conversación que estas tensiones entre el sindicato y el Gobierno podían haberse evitado si se hubiera impedido que los sindicalistas destacados fueran a la vez diputados. El ministro aseveró que él estaba convencido que un dirigente sindical no debía ser diputado. "Siempre lo he creído así", dijo.
Nicolás Redondo afirmó ayer en Cádiz que se siente más respaldado que nunca, por su, propia organización y por miembros del PSOE, informa Inés Alba. El secretario general de UGT negó cualquier posición de debilidad tras la ruptura en la disciplina del voto y no espera que se produzca una sanción por la decision tomada, aunque cree que es una cuestión abierta y estaría dispuesto a entregar el acta de diputado al PSOE si éste se lo pidiera.
Afirmó a continuación que a pesar de la crisis dentro de la familia socialista ésta es la única que puede sacar el país adelante, con una derecha "deleznable" y con una izquierda con problemas.
Antón Saracíbar, secretario de organización matizó que el parlamentario gaditano, Manuel Chaves, como otros, había votado en conciencia en el Congreso, en razón de su doble disciplina, pero que ahora está obligado a acudir a las manifestaciones del próximo día 4 de junio.
Los encierros de protesta han comenzado ya en algunas provincias. En Vigo, según informa Xosé María Palmeiro, un centenar de miembros de la ejecutiva de la unión comarcal, las federaciones y el departamento de la juventud de UGT ocuparon a lo largo de la mañana de ayer la Dirección provincial del Ministerio de Trabajo en Vigo en protesta por el proyecto de pensiones. En Oviedo también se registró un encierro de dirigentes sindicales en la Delegación de Trabajo.
Camacho, en Cataluña
Por otra parte, el secretario general de CC OO, Marcelino Camacho, solicitó ayer al presidente del Parlament de Cataluña, Miquel Coll i Alentorn, que la cámara autonómica se pronuncie sobre el proyecto gubernamental de reforma de las pensiones. A la reunión asistió también José Luis López Bulla, secretario de CC OO de Cataluña. La solicitud de Camacho ratifica una anterior dirigida por CC OO de Cataluña a la Mesa del Parlament. Otra iniciativa en el mismo sentido ha sido presentada por el Partit Socialista Unificat de Catalunya (PSUC).
Camacho declaró a la salida de la reunión que "valoro positivamente la posición de Nicolás Redondo de votar contra la reforma de las pensiones", aunque precisó que "se trata sólo de un primer paso y el próximo es que UGT participe en el paro general que CC OO ha convocado para el 20 déjunio para protestar contra la reforma de la Seguridad Social". El jueves, Marcelino Camacho anunció, en un mitin celebrado en Lérida, que su sindicato se planteará la presentación de un recurso. de inconstitucionalidad contra el proyecto de reforma de las pensiones, por considerar que el Gobierno vulnera la Constitución.
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