Juicio contra un periodista por su opinión sobre el proceso del 23-F

La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, presidida por el magistrado Fernando Ramos Pasalodos, dejó ayer visto para sentencia el juicio contra el periodista Angelino Alejandre Casado, por la publicación, en febrero de 1982, de un editorial sobre la intentona golpista del 23-F en la revista del Movimiento Comunista (MC) Servir al pueblo, de la que era director-periodista. El fiscal solicitó seis meses de cárcel para el procesado, al que acusó de un delito de injurias graves contra el Ejército, por la afirmación, entre otras, de que el proceso contra los golpistas estaba "aguado de antemano". El abogado pidió la absolución de su defendido.El editorial, titulado Juicio del 23-F, manifestaba que, a juzgar por la lectura del escrito de calificaciones del fiscal militar, "ni se va al fondo de los hechos, ni se pretende la clarificación de las diversas tramas golpistas que asomaron el 23-F, ni se aspira a castigar con la decisión que era de rigor a los culpables". Criticaba también que fuera la jurisdicción militar la que entendiera en la causa y consideraba este hecho como presagio de condenas rebajadas, prisiones de lujo y amnistías finales.

Según el fiscal, el artículo incurría en el delito de injurias al Ejército tipificado en el artículo 242.1 del Código Penal, por existir ánimo de injuriar. El abogado Fernando de Salas negó que el editorial fuera injurioso y recordó que, en muchos aspectos, fue profético, como lo demuestra la petición al fiscal del entonces presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, para que recurriera la sentencia del Consejo Supremo de Justicia Militar; las fotografías publicadas de la celda de Jaime Miláns del Bosch -con dos líneas de teléfono, baño privado, salón y un camarero a su servicio-, y los indultos que han comenzado a concederse a los condenados. Añadió que opiniones similares a las del artículo fueron mantenidas en otros periódicos y revistas e incluso por dirigentes de la oposición socialista corno Felipe González y Alfonso Guerra.