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Duarte afirma que quiere humanizar la guerra en El Salvador

El presidente de El Salvador, José Napoleón Duarte, afirmó el jueves en Washington que quiere "humanizar la guerra" que azota a su país desde hace cinco años, e insistió en su determinación de mantener las conversaciones de paz con la guerrilla, aunque no fijó fecha.

Duarte hizo estas declaraciones momentos después de entrevistarse durante una media hora con el presidente Ronald Reagan, en la Casa Blanca, como primer acto de su visita a Estados Unidos, en donde permanecerá 10 días.

El presidente salvadoreño dijo también que, antes de una nueva ronda de conversaciones con la guerrilla izquierdista, es necesario profundizar en el diálogo con los grupos políticos y y sociales para saber cuál es la base sobre la que hay que discutir.

Por su parte, el dirigente guerrillero Guillermo Ungo declaró ayer al diario The Washington Post, desde la capital de México, que no existe una relación clara de los asuntos que se deben tratar y que en ningún caso aceptarán "conversaciones privadas como subsidiarias de las conversaciones que se mantienen para un acuerdo de paz".

Mientras tanto, en El Salvador la guerrilla continúa con el secuestro de alcaldes como parte de su campaña para lograr que el Gobierno negocie la libertad de dirigentes rebeldes detenidos por el Ejército.

José Napoleón Duarte se entrevistó también con el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y tiene convocadas reuniones con el vicepresidente, George Bush, y el secretario de Defensa, Caspar Weinberger.

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El presidente salvadoreño se trasladará hoy a la universidad de Notre Dame (Indiana) para ser investido doctor honoris causa, y la próxima semana volverá a Washington para presionar a los legisladores para que concedan más ayuda económica y militar a su país.

Honduras y EE UU

El presidente de Honduras, Roberto Suazo Córdova, el otro aliado de Estados Unidos en Centroamérica, viajará a Washington la semana próxima en busca de una mayor ayuda económica. Estados Unidos se había mostrado últimamente molesto con las exigencias de Tegucigalpa de que comparta la carga de los rebeldes antisandinistas que se refugian en territorio hondureño.El presidente Ronald Reagan, que llama "hermanos" a los contra, no logró la aprobación de una propuesta en el Congreso que concedía 14 millones de dólares (unos 2.400 millones de pesetas) a los rebeldes para ayuda militar, ni tan siquiera cuando consintió que la suma se destinase para fines humanitarios.

Sin embargo, los demócratas de EE UU molestos por el viaje del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, a Moscú, parecen ahora dispuestos a ceder y a permitir al presidente Reagan una victoria tardía y dar luz verde a algún tipo de ayuda para los rebeldes.

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