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Tribuna:Muerte del creador del 'arte bruto'
Tribuna
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La buena salud de su pintura

Hace unos días he podido ver en París la última exposición de Dubuffet. Era una exposición que había en la Escuela de Bellas Artes y que trataba de los 10 años últimos, y lo que me llamó la atención, como siempre en Dubuffet, era la buena salud que tenía su pintura. Este pintor ha conseguido no aburrir nunca, ha sido un pintor vivo hasta sus últimos momentos. Él ha ido modulando su obra, variándola a lo largo de su vida, y nunca se ha hecho monótono.Sin embargo, lo que sí está claro es que su obra fundamental se realiza en los años cuarenta. En la segunda mitad de los cuarenta es cuando él hace su obra más importante, y en el fondo ha sido fiel a aquellos primeros momentos. A mí, al menos, es la parte de su obra que más me interesa, concretamente una serie de retratos que hizo en el año 1947: los retratos de Fautrier, de Artaud, del crítico Michel Tapié. Después ha sido fiel a este primer momento, pero ha ido matizándolo, variándolo.

Hay toda una generación de contemporáneos de Dubuffet que a mí me interesa especialmente: Fautrier, Wols, Michaux, que, por otro lado, es el mundo que conocí cuando vivía en París. Evidentemente, toda esta generación empezó a trabajar ya en la misma guerra. Cuando yo fui a París a finales de los cincuenta ya era una generación instalada, reconocida. No solamente me interesa este grupo francés, sino que me interesa también toda la generación de este momento a nivel mundial, porque creo que hay puntos de contacto muy importantes entre todos ellos.

Hay que tener en cuenta que en los años cuarenta, por ejemplo, De Kooning está haciendo sus mujeres famosas, que pienso que tienen un cierto paralelismo con la obra primera de Dubuffet. Es también el momento importante de Pollock, así como de las obras de materia de Fontana, etcétera.

Línea continuada

En ese momento se habló de lo que llamaron arte bruto, también más tarde se habló de arte otro, y más tarde, en un sentido más amplio, se habló de informalismo. Evidentemente, todos ellos pertenecen a un momento que se podría considerar como inaugural, que ya sabemos que en el arte todo es tradición, que es una línea continuada. Sin embargo, hay momentos que se tiene la ilusión de que la línea se corta y que se recrea de nuevo la historia del arte, y éste es uno de esos momentos. En parte creo que esa ruptura se explica por lo que significó para él la guerra mundial. Pero concretándome en Dubuffet, yo pienso que al hablar de él hay que atenerse a su ideología de origen, es decir, a lo que se decidió denominar el Arte Bruto.

Jean Dubuffet insistía mucho en el arte de los niños, en el arte de los locos, en el arte de los pueblos primitivos, y realmente viendo todo el desarrollo de la obra de Dubuffet yo pienso que ha sido fiel a su origen.

No hay nada tan revelador como comparar los primeros trabajos de Jean Dubuffet con la obra, por ejemplo, que hizo Picasso en los mismos años, es decir, al final de la guerra y en los primeros años de la posguerra; incluso la comparación de esta misma obra de Dubuffet con las obras primeras de De Kooning.

Está claro que Picasso es un clásico, un hombre que viene de la historia del arte, que conoce a los griegos, que ha aprendido a dibujar de una manera muy culta; sin embargo, en Dubuffet da la impresión de que su obra inaugura un nuevo mundo, una nueva manera de pintar. Es algo así como lo que les ocurre a los locos, especialmente a los niños. El niño empieza a vivir y crea el dibujo sin una cultura anterior. Ésta es la impresión que da la pintura de Dubuffet. Es también la impresión que da la pintura de los pueblos primitivos. Esto da a la obra de Dubuffet una cierta ingenuidad y un sentido de la inocencia. La obra puede parecer expresionista y, sin embargo, yo la considero una obra inocente.

Yo haría un cierto paralelismo entre aquel momento -años cuarenta, años cincuenta- con ciertas características de la pintura que ahora se está haciendo en todo el mundo, y citaría algunas características que pueden ser comunes a estos dos períodos de los que hablo. Por ejemplo, el subjetivismo, el sentido narrativo, la obsesión por la materia, el gestualismo, etcétera.

Luis Gordillo es pintor.

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