Tres batallones sandinistas atacaron el principal campamento 'contra' en Honduras
Tres batallones del Ejército sandinista entraron hace ocho días en territorio hondureño para atacar por sorpresa el campamento más importante de los contra, según han afirmado vecinos de la localidad de Arenales. En oposición a lo que suele ser habitual en estos casos, la cancillería de Tegucigalpa desmintió inicialmente el ataque por medio del ministro Edgardo Paz Barnica, aunque luego presentó una protesta formal al descubrir que un ciudadano hondureño resultó muerto en el incidente.
El viceministro nícaragüense de Exteriores, Víctor Hugo Tinoco, no quiso confirmar ni desmentir la información el pasado viernes, pero declaró que la frontera común será una zona de tensión mientras el vecino país sirva de santuario a las guerrillas.
El ataque al campamento de Las Vegas, considerado como el cuartel general de FDN (Fuerza Democrática Nicaragüense), se inició la noche del sábado al domingo con intenso fuego de artillería. Baterías situadas en territorio nicaragüense, entre los caseríos Guanito y Playa Hermosa, crearon una barrera de fuego más allá del campamento para impedir que los guerrilleros se internasen más profundamente en suelo hondureño. En esta operación se utilizaron cañones de 122 milímetros y piezas de artillería BM-21, conocidas como katiuskas, que tienen un alcance de 28 kilómetros.
Tres batallones de elite, con un mínimo de 2.500 hombres, atacaron por tierra el campamento en un movimiento inesperado para el FDN, acostumbrado a los bombardeos pero no al asalto de la infantería sandinista en un territorio como el hondureño.
Tres contra que han sido atendídos en el hospital de Dan¡¡ manifestaron que el ataque les llegó por sorpresa y que en medio de la confusión no pudieron reaccionar. Según su testimonio, decenas de compañeros murieron en el mismo campo. Fuentes nicaragüenses consideran que el número de bajas sufrido por los contra puede ser superior a 500, lo que constituiría la mayor derrota sufrida por las guerrillas desde que se inició la guerra. Hace más de un año el ministro nicaragüense de Defensa, comandante Umberto Ortega, advirtió que el Ejército sandínista podría internarse en territorios vecinos para perseguir a los contras.
