Las ciudades históricas europeas buscan en Sevilla una fórmula común para conservar su patrimonio

Sevilla es el escenario desde ayer del V Encuentro Europeo de Ciudades Históricas, un amplio debate europeo sobre patrimonio y que se presenta en esta edición bajo el lema Conservar y vivir la ciudad, un esfuerzo común. A este encuentro, que tiene una duración de tres días, concurren 500 representantes de los 21 países pertenecientes al Consejo de Europa. Las anteriores sedes fueron Split, Estrasburgo, Múnich y Friburgo. En el curso de estas jornadas se estudiarán los problemas propios de la. conservación y restauración de los cascos históricos de las grandes ciudades europeas.

Los encuentros sobre ciudades históricas que organiza el Consejo de Europa no tienen una periodicidad fija. El de Split tuvo lugar en 1971; el de Estrasburgo, en 1976; el de Múnich, en 1978, y el de Friburgo, en 1981. En este último se decidió que la sede del quinto encuentro fuera Sevilla, la ciudad española que posee el casco histórico de mayores dimensiones, el más integrado n la trama contemporánea de la ciudad y quizá el más dañado en el último medio siglo.El encuentro de Sevilla tiene una alta representación de todos los países miembros del Consejo de Europa, con la sola excepción de Italia, que por encontrarse sumida en elecciones locales envía una escasa representación a estas jornadas. La ausencia de personalidades italianas es especialmente sentida en este encuentro por la capacidad que ha tenido el país transalpino para conservar su patrimonio urbanístico, envidiable desde el punto de vista español. Especialistas urbanísticos y políticos de todos los países miembros del Consejo de Europa estudiarán en estos próximos días cuestiones relacionadas con la financiación de la conservación de los cascos históricos, problemas provocados por la polución y su daño a edificios nobles, formas de reutilización de edificios históricos y de su adecuación a usos contemporáneos, y participación de la juventud en la conservación del patrimonio del pasado. Ponente general de estas jornadas es el arquitecto español Damián Quero.

La celebración de este encuentro coincide con las gestiones iniciadas por la Junta de Andalucía para la compra del palacio de San Telmo, actual seminario de la diócesis de Sevilla, a la Iglesia, a fin de convertirlo en edificio principal de las instituciones del Gobierno autonómico.

La compra de San Telmo

El palacio de San Telmo, construido a finales del XVII, es uno de los más destacados edificios de Sevilla. Fue propiedad de los duques de Montpensier durante la segunda mitad del siglo pasado. A su muerte, el gran parque que correspondía al palacio fue donado a la ciudad. Se trata del célebre parque de María Luisa, pues María Luisa era el nombre de la duquesa. El palacio fue donado a la Iglesia, que entre otras instalaciones ha tenido en él el seminario de la diócesis.El intento de compra de este edificio por parte de la Junta, para lo que existen gestiones que comienzan a abrir un debate en la ciudad, se enmarca dentro de la política de recuperación y restauración de edificios históricos que podría venir a paliar en parte los fuertes daños sufridos por esta ciudad en la última época y que tuvieron su principal base en el Plan de Reforma Interior del Casco, de 1968, por el que se permitía demoler edificios en el casco antiguo y construir más alturas de las habituales en el mismo, lo que provocó que el precio de los solares fuera más elevado que el de las antiguas construcciones existentes dentro del mismo.

Para Francisco Barrionuevo, concejal de urbanismo de la ciudad y ligado por tanto a la organización de este encuentro, la importancia del mismo está unida al hecho de que no sean sólo técnicos en arquitectura y urbanismo sino también políticos quienes se involucren en los estudios y conclusiones de las jornadas, lo que puede ofrecer garantías sobre la puesta en práctica de las soluciones propuestas en las mismas.