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Escasas perspectivas para el cine español en el festival de Cannes

La 38ª edición del festival de Cannes, que mañana se inaugura, se abre con escasas perspectivas de difusión para el cine español. Ninguna cinta española ha sido seleccionada para concurso. La noche más hermosa, de Manuel Gutiérrez Aragón, se proyectará dentro de la Quincena de Realizadores. Padre nuestro, de Francisco Regueiro, se podrá ver dentro de la sección Una Cierta Mirada. La ausencia de películas españolas en la sección de concurso, la más importante del certamen, es enjuiciada por algunos realizadores como una prueba de "envidia francesa".

Semanas antes de conocerse la decisión definitiva de los organizadores del festival de Cannes sobre la selección de películas, las expectativas apuntaban a varios filmes para concurso. La vaquilla, de Luis G. Berlanga; Padre nuestro, de Francisco Regueiro, o Fuego eterno, de Miguel Ángel Rebolledo, son algunos de los títulos por los que los organizadores mostraron su interés a las productoras y a la Dirección General de Cinematografía.Al margen del concurso, la sección más codiciada y en la que teóricamente se exhibe lo mejor y lo último de cada industria, numerosas películas españolas sonaban para ser proyectadas en la Quincena de Realizadores o en Una Cierta Mirada: La reina del mate, primera realización de Fermín Cabal; De tripas corazón, de Julio Sánchez Valdés; El filandón, de José María Martín Sarmiento, o Los reporteros, de Iñaki Aizpuru.

La decisión final de los organizadores del certamen ha causado una cierta -y desagradable- sorpresa en la industria española. Francisco Regueiro, quien ha participado ya en dos ocasiones en la sección de concurso con las películas El Buen amor y Amador, habla de "`envidia total" por parte de los franceses hacia la industria española.

"Hay 10 o 12 películas españolas que podrían estar en Cannes", sigue Regueiro, "`pero aunque jamás he ejercido de nacionalista, en estos momentos tengo claro que nuestra exclusión en Cannes se debe exclusivamente a vieja envidia de vecinos, redoblada ahora por nuestra entrada en el Mercado Común. Ellos tienen una industria en la que sólo sobresalen los nombres de Eric Rommer, Bresson o Jean Luc Godard frente a un nutrido grupo de directores españoles muy superiores a ellos".

"Para no ser injustos", advierte Regueiro, "creo que hay que decir que lo que los franceses nos hacen, nosotros lo hacemos con los portugueses. En el caso de Cannes, se da la circunstancia de que hace 19 años que ellos no consiguen la Palma de Oro del festival y están dispuestos a que este año no se les escape".

Modas triviales

Manuel Gutiérrez Aragón lleva La noche más hermosa a la sección Una Cierta Mirada, la misma en la que el pasado año se exhibió Feroz. "Yo no esperaba ir a concurso porque La noche... estuvo ya en el festival de San Sebastián y en Chicago y las normas internacionales impiden que una misma película concurse en más de un festival. No pienso que, en general, haya habido una exclusión de películas sólo por ser españolas. Todo es posible, pero me inclino a creer que ha habido un problema de fechas. Que algunas películas que podrían participar no han sido terminadas a tiempo".El realizador Pedro Almodóvar, quien nunca ha tenido una de sus obras en este festival, dice que Cannes es un certamen muy politizado y sujeto a las modas más triviales. "Creo que a Padre nuestro le sobra calidad para estar en Cannes, pero hemos estado yendo algunos años porque hacía exótico. Estaba bien seleccionar algo español o africano, pero cuando los exóticos se han empezado a llevar premios, entonces han dado marcha atrás. Lo que ocurre con los franceses es muy curioso, porque yo, por ejemplo, he entrado en mercados tan difíciles como el norteamericano o el italiano, pero para nada en Francia. Y, al margen de chovinismos, hay que recordar lo que decía Luis Buñuel, que la diferencia entre la cultura española y la francesa está en que nosotros sabemos todo de ellos y ellos no saben nada de nosotros".

Mario Camus, quien advierte de entrada que los festivales le importan un bledo, dice que hasta que no se vean las películas del festival considera injusto hacer cualquier juicio. "Es un corte que no hayan seleccionado ninguna película española para el concurso, pero de todas formas Cannes es una plataforma suya y sería tonto por su parte dejar que se beneficiara de ella otra industria. La que sea".

Carmelo Romero, subdirector general de Cinematografía, afirma que la ausencia española en Cannes carece de significado. "Tampoco hay películas alemanas o soviéticas. La elección la hace un comité y no hay que dar especial importancia al asunto".

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