La revista 'Tintimán' nace en Vigo como una apuesta por la elegancia, frente a la miseria
El segundo número de Tintimán, una revista que apuesta por la elegancia frente a la miseria, patrocinada en Vigo por una peluquería, aparecerá a mediados de este mes. El director artístico de la publicación, Javier Moreda, forma parte de la tercera generación de peluqueros de Santiblanc, una casa con una tradición de 75 años, con delegaciones en Vigo y en el resto de Galicia. La revista, de gran formato y a todo color, sacó su número cero en diciembre del año pasado.
El editorial del recién salido número uno se manifiesta contra los defensores de "una Galicia más tercermundista de la que ya por desgracia y lamento tenemos", a los que al parecer había molestado la presentación y el contenido modernos de la revista. En su primer número normalizado han hecho una tirada de 10.000 ejemplares. Las 300 pesetas que cuesta no cubren los costes de un producto que se quiere de calidad y hasta lujoso.Tintimán, su nombre, corresponde a una palabra de argot, inventada en un barrio de Vigo. Quiere decir tranquillo, tranganillo. Coller o tintimán a algo es cogerle el tranquillo. Son 68 páginas impresas con un exquisito cuidado en las reproducciones gráficas y en el diseño, con cubierta de plástico transparente, quizá como elemento protector frente a la persistencia de la lluvia en los cielos de Vigo, aventuran sus redactores.
El número uno está dedicado a la ciudad, tomando como referencia inmediata la ciudad de Vigo, donde la revista tiene su alimento. Damián Villalaín, redactor jefe de Tintimán, hace profesión de su viguismo. Y aunque reconoce como "raro" el hecho de que una peluquería financie una revista de este tipo, asume que hay un movimiento de recuperación de sectores antes minusvalorados, como la moda o la misma peluquería. Y se refiere al fenómeno del tebeo y a su reconsideración intelectual como cultura. El fenómeno de la industria de la moda en Galicia vendría a avalar ese nuevo talante.
Publicación ecléctica
Moda, diseño, música, pintura, arquitectura y creación en general, además de unas páginas dedicadas al cómic -que ocupan la última parte de la revista y que tienen como portada la propia contraportada (es preciso dar la vuelta a las páginas para poder leerlas)- conforman una publicación que, sobre todo, "se quiere ecléctica", precisa Villalaín.Tintimán se enmarca en la puesta a flote de sectores creativos e industriales gallegos, que habían permanecido sumergidos.
A partir de un eclecticismo que no les impide apostar por una ajustada edición -los anuncios forman parte deliberada del diseño-, Tintimán conjuga los ambientes de moda en la noche de Vigo y las inquietudes artísticas de la gente joven de la ciudad con la escritura de intelectuales más o menos consagrados, como Xosé Luis Méndez Ferrín, María Xosé Queizán o Víctor Freixanes, que no han dudado en colaborar en la revista. Hay textos en gallego y castellano, aunque la revista tiene la pretensión de ofrecer la traducción de los artículos escritos en gallego.
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