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Tribuna:
Tribuna
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La elipse

1 miércoles

Hay clima Reagan en Madrid, cuando escribo esta nota, que saldrá el domingo.Y Reagan viene el lunes. A mí me parece que Reagan, más que una emanación democrática, es una emanación USA del subconsciente colectivo, aquella cosa que se inventó Jung por llevarle la contraria a Freud, tan individualista (sólo consideraba casos aislados), y por fomentar la tan fomentada tendencia alemana a la masificación de las masas, vivas o muertas (esa visita de RR a un cementerio nazi: es de esperar que en Madrid exija visitar el Valle de los Caídos; de lo contrario nos parecería desaire). Se lo decía yo una vez, el pasado invierno, a Nicolás Sartorius:

-El culto del hombre carismático será todo lo reaccionario que tú quieras, pero las democracias siguen inficionadas de carismatismo; por eso tú no debieras seguir en la sombra, manejando muñecos.

Nico, naturalmente, se negaba y se niega a un protagonismo multitiendas, montado sobre la paradoja del aristócrata rojo (ha habido muchos en nuestra historia contemporánea, de Hoyos y Vinent a Répide). Y nada aquí de tercermundismo, en este culto del hombre por sobre su ideología, pues tiene uno denunciada la cultura como antropofagia, e igual denuncia pudiéramos hacer de la política, y concretamente de ciertas democracias. No entro ni salgo en la oportunidad / inoportunidad histórica de Reagan. Sólo digo que, con él, la democracia americana se ha situado "bajo mínimos", más que nunca (Johnson y Ford fueron vicepresidentes ascendidos por azar). Bajo mínimos democráticos, no porque RR se lo haga mal o bien, sino -porque es sólo un fotograma que se agota en sí mismo, un subconsciente colectivo que se vacía en una papeleta electoral y un cow/ boy que sólo porque lo exige el guión se deja el Colt 45 entre la lencería fina de Nancy.

2 jueves

Caza de ballenas en los mares del mundo. La juventud actual (y me entremeto mucho en ella) considera más importante salvar una ballena que salvar un sindicato. Estamos en el anti / Moby Dick. Ya no se persigue la ballena blanca y obsesiva, sino que se persigue salvar la ballena cotidiana, en lo que de cotidiana pueda tener una ballena, que escapa incluso a la cotidianidad de lo colosal, que es la del mar. Jóvenes de cualquier país pilotan un velero como de estanque del Retiro, en los mares del Norte, y se ponen entre el tierno cetáceo y el ballenero ruso. Si los rusos quieren matar la ballena, primero tendrán que matarles a ellos. (Otros pintan de rojo la piel de las focas, inutilizándolas así para el comercio, salvándoles la vida a los animales, en un franciscanismo activo: el de San Francisco era, más bien pasivo.) Ninfas de ahora mismo, rehenes de esta primavera, lucen su pegatina, "Salvad las ballenas", sobre el excesivo (y por excesivo, ofrecido) seno izquierdo de la, camisa de encaje. En las Azores, empero, se matan las ballenas como en el siglo pasado. Hombres maduros en camiseta, galeotes / galeotos de Julio Verne, con gorra de visera o gorro rojo, cazan decimonónicamente la ballena, que es el monstruo superviviente de nuestros orígenes, la Montserrat, Caballé de la sinfonía Nuevo Mundo, de Dvorak, junto con el elefante nicotinado de los circos. Deidad de los mares, la ballena, Dios sería la ballena de los cielos. Por amor al planeta azul, por conciencia post / camusiana de que somos "arrojados" y la Tierra es nuestra madre / musa, las mocedades europeas y americanas se han hecho verdes y ecologistas, entre Petra Kelly y Ramón Anuario Tamames. En sus continuas huidas de la Historia, la juventud de hoy ha llegado a la prehistoria, a la ballena. Los balleneros hasta tienen una Virgen que les asesora, inexplicablemente enemiga de la Creación. Una Virgen que no pisa serpiente, tan lírica (Aleixandre), sino ballena, tan celeste, catedral navegante del mar.

4 sábado

El grito silencioso, película antiaborto, el mayor porno de la historia del cine, con pases culturales en Madrid, auspiciados por el Grupo Popular y otras derechas, que quieren llevar el filme a TVE. Los / las antiabortistas, socapa de concienciamiento, están aprendiendo mucho con la peli.

5 domingo

Leguina puso una caseta de la Autonomía de Madrid en la Feria de Sevilla y esto ha parecido un dispendio / desmadre a las tribus (le la derecha, a las derechas de la tribu, que han hecho sonar su tam / tam sepia y otros. Me fascina la derecha porque no la entiendo. Según todos sus textos fundamentales (el último, la carta de vinos patrióticos de Tejero), lo de España son las esencias, y se deduce de Pemán, los Quintero y otros teóricos, siameses o no, que Sevilla es esencia de esencias, esencia de España, maderas de Oriente, embrujo y colonia La Giralda. ¿Qué delito tiene, entonces, gastarse el 3%. de una calderilla al 3% en llevar Madrid / barracón (Madrid es la segunda capital de Andalucía o por Madrid puede empezar a visitarse Andalucía) a la Feria de Sevilla? Pilar Bidagor, diputada, y que no es necesariamente, en mujer, un Romero de Torres, se ha encampanado con el tema, ante la Asamblea de Madrid. Abel Matutes, vicepresidente de AP, también considera un fasto nefasto la casetilla. Uno cree que el señor Leguina, después de lo del tanto por ciento, ha querido ponerse a bien con la España eterna, y la España eterna suele ir en la grupa de la jaca de Domecq por la Feria de Sevilla. ¿Dónde va a estar la Ezpaña / Ezpaña si no es en el real de la Feria o en la Maestranza? En la Maestranza está o ha estado Rafael de Paula, escenificando la sinopsis de un crimen pasional por reanimar-la fiesta, que se nos va. ¿Es que Madrid va a ser sólo de Tierno y los anarcos? Madrid había sido siempre de Agustín Lara y los señoritos de Jérez. Leguina no ha querido sino devolver Madrid a las esencias, Feria de Sevilla, que hoy está tomado por los rojos, como cuando entonces. ¿Y es que no vale un 3% ganar de nuevo Madrid para la majeza y el señorío?

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