Ignacio Quintana, posible sustituto de Mario Trinidad como subsecretario de Cultura

Ignacio Quintana, hasta ahora director general de la Juventud, asturiano, de 41 años, podría ser nombrado hoy nuevo subsecretario del Ministerio de Cultura, en sustitución de Mario Trinidad, quien el pasado día 16 comunicó al ministro de Cultura su renuncia al cargo para optar a un puesto en la Administración turística española en Roma. El nombre de Juan Manuel Velasco Rami, valenciano, de 42 años, actual director del gabinete del ministro, se barajaba ayer como el del sustituto de Jaime Salinas, director general del Libro y Bibliotecas, cuya dimisión fue hecha pública el pasado viernes.

Los dos nombramientos podrían darse a conocer hoy. El ministro de Cultura, Javier Solana, aseguró el pasado sábado que los nombres de los sustitutos de Trinidad y Salinas serían dados a conocer a las 48 horas de haberse publicado en la Prensa la noticia de las dimisiones de ambos. La designación de Quintana y de Velasco no pudo ser ayer confirmada por los interesados, aunque diversas fuentes relacionadas con el Ministerio de Cultura aseguraron que Quintana y Velasco serán los nuevos responsables de las indicadas áreas.El pasado miércoles, día en que se hizo pública la reestructuración del Ministerio de Cultura, Ignacio Quintana dijo que ésta se hacía para que funcionara adecuadamente la intendencia del departamento y para adecuarlo a las necesidades de la cultura española actual. Sobre la propia denominación de la dirección general a su cargo, y que se transformó a raíz de la nueva estructura del ministerio en Instituto de la Juventud, declaró que le parecía correcto el cambio de nombre, "porque en este mundo ninguna persona puede dirigir a nadie y, sobre todo, no puede dirigir a la juventud".

Carta de dimisión

Tras la aprobación del proyecto de reestructuración del Ministerio de Cultura, se hizo pública la razón por la que el anterior subsecretario de Cultura renunciaba a su cargo. En la misma carta de dimisión explicó Mario Trinidad, por otra parte, la nueva función del cargo que desempeñaba. Afirmó, en efecto, en su carta de dimisión, que la subsecretaría había dejado de ser un organismo bifronte -mitad viceministro, mitad responsable de la máquina administrativa- y se ha convertido en el órgano encargado de asegurar "la intendencia o la logística del departamento" (véase EL PAIS del pasado domingo). Mario Trinidad declaró en su carta personal de renuncia que ésta no era la función para la que se había mentalizado. Por razones personales, además, optó a un puesto de funcionario en Roma.Según el decreto para la reestructuración del Ministerio de Cultura, aprobado por el Consejo de Ministros en su reunión de hace una semana, las funciones de la Subsecretaría de Cultura serían la supervisión y coordinación de las funciones generales de planificación y programación, organización y procedimientos de gestión, estudio y documentación, asesoría técnica y apoyo informativo.

Competencias y funciones

Serán competencias suyas también la dirección, impulso y coordinación de los servicios de régimen interior, gestión económico-financiera, gestión patrimonial, ordenación de la infraestructura y dotación de medios materiales del departamento, así como la supervisión de la gestión económica de sus organismos autónomos y la tramitación de recursos administrativos interpuestos frente a las resoluciones de las autoridades del mismo.Tendrá a su cargo, además, la dirección de la política de personal en todo el ámbito del departamento, incluidos los organismos autónomos; la inspección de los centros y organismos dependientes y adscritos al departamento; la relación con la Administración periférica y exterior del Estado y la comunicación con las demás administraciones publicas, en lo relativo a las competencias del departamento y, por último, el ejercicio de las funciones de protectorado sobre las fundaciones culturales privadas.

La Dirección General del Libro, que pasaría a dirigir Juan Manuel Velasco, asume en la actualidad la gestión del Instituto Nacional del Libro Español (INLE) y diversos organismos de promoción y difusión de la industria editorial española, además de ocuparse de mejorar la red de bibliotecas de nuestro país.