Nueva ronda de negociaciones hispano-lusas, con indicios de desbloqueo en la pesca

La ronda de negociaciones hispano-portuguesas, que se inicia hoy en Lisboa, es considerada como decisiva para la conclusión de un acuerdo bilateral sobre el período transitorio hasta la integración de España y Portugal en la CEE. La presencia de Fernando Morán en la capital portuguesa para presidir, con su colega portugués, Jaime Gama, el desarrollo de las negociaciones, constituye la primera confirmación formal de que el bloqueo en que se encontraban los temas pesquero y comercial ha sido superado.

Desde la suspensión, en noviembre de 1984, del encuentro bilateral deseado por Lisboa a nivel gubernamental y la no realización, en esta misma época, de la reunión anual del Consejo de Cooperación, el Gobierno español había hecho saber que no volvería a sentarse en la mesa de las negociaciones para una solución, mutuamente aceptable, del contencioso sobre la pesca.

Esta posición de España no impidió los contactos a otros niveles y el diálogo prosiguió, a través de encuentros informales, al margen de otras actividades, como el Congreso de los Socialistas Europeos en Madrid, que ofreció al primer ministro luso, Mario Soares, la oportunidad de conversar, largamente y en privado, con el presidente del Gobierno español.

Fernando Morán y Jaime Gama volvieron a encontrarse en Estrasburgo el pasado jueves y de esta conversación parecen haber surgido las bases de entendimiento que han hecho posible la reunión de hoy y el viaje del ministro español a Lisboa.

Se espera el acuerdo

Morán y Gama han afirmado que de estos dos días de reunión saldrá seguramente el acuerdo esperado para poder concluir la redacción del Tratado de Adhesión de España y Portugal a las comunidades, pero las dos partes han guardado el más absoluto silencio acerca del contenido del eventual acuerdo. Las razones del sigilo son obvias: de momento, el acuerdo entre Madrid y Lisboa existe únicamente acerca de la necesidad de evitar el recurso al arbitraje comunitario, dadas las consecuencias que para el futuro tendría una demostración de incapacidad de los dos nuevos miembros para resolver los problemas que los conciernen directa y exclusivamente.La participación directa de Fernando Morán en la recta final de las negociaciones hispano-portuguesas es, en muchos aspectos, comparable al último maratón de Bruselas. En el caso portugués, hay una diferencia notoria, ya que las negociaciones de Bruselas fueron dirigidas por el ministro de Economía, Ernani Lopes, mientras que ha sido el ministro de Asuntos Exteriores, Jaime Gama, quien ha reclamado la responsabilidad de concluir el acuerdo con España, subrayando, de esta manera, el carácter eminentemente político de las decisiones a tomar.

La voluntad portuguesa de politizar el tema de las relaciones con España, encuentra así una clara confirmación.