El Festival de Cine de San Sebastián estará regido por un órgano colegiado

El Festival Internacional de Cine de San Sebastián estará regido este año por un consejo de dirección integrado por cuatro donostiarras, hasta ahora vinculados a la organización del festival -Mariano Larrandía, Rafael Herrero, Leopoldo Arsuaga y Rafael Trecu-, que se proponen acabar de una vez por todas con "la situación preagónica en que se encuentra la muestra". La 33ª edición del festival se celebrará entre el 19 y el 28 de septiembre y tendrá un presupuesto de 160 millones de pesetas, según declaró ayer el alcalde de San Sebastián, Ramón Labayen.

Definitivamente descartada la candidatura de Pedro Erquicia, el "órgano colegiado" ha sido la fórmula transitoria por la que optaron las instituciones responsables de la muestra para tirar por la calle de en medio. Dos de ellos -Mariano Larrandia y Rafael Herrero Velarde-, formaron parte del comité de selección en anteriores ediciones, mientras que Leopoldo Arsuaga ha sido miembro del comité rector en representación de los distribuidores de San Sebastián, y Rafael Trecu representa en este consejo a los productores vascos.Nombrado hace poco menos de 15 días, el consejo directivo contará con la asesoría técnica en materia cinematográfica y medios informativos del crítico de cine, Diego Galán, y complementa el cuadro rector una figura que coordinará la selección de filmes para todas las secciones de la muestra, que ocupará el cineasta vasco Antón Eceiza.

La estructura de la muestra no sufrirá grandes cambios este año, según manifestaron los miembros del consejo directivo, a excepción de la potenciación de nuevos realizadores y la separación del Festival de Vídeo de las fechas en las que hasta ahora se celebraba el de cine. La sección oficial, a expensas de los resultados de la próxima reunión que se celebre en Cannes con el consejo de la FIAPP (Federación Internacional de Productores Europeos) que tendrá lugar el 10 de mayo, y en relación con la cual no se albergan grandes esperanzas, será una sección que muestre la cinematografía mundial "que estará bien trabajada y con ella se pretende conseguir un conjunto de calidad e impacto".

El consejo directivo que avanzó las líneas maestras de la próxima edición, se mostró hermético a la hora de concretar las pautas que han realizado hasta ahora. En su idea está combatir los desaguisados organizativos que abundaron en los últimos años y dar una imagen compacta de buena organización que se echaba en falta. Este aspecto, precisamente, era uno de los que primaron en la exposición concreta que hicieron ayer en una conferencia de prensa, en la que aseguraron que "pensaban garantizar la creación de una estructura sólida que sirva para la continuidad del festival".

Ramón Labayen puso de manifiesto la voluntad de sacar al festival del impasse en el que se encontraba, y avanzó que el presupuesto con que contará esta edición es de 160 millones de pesetas.