La salud de Neves, en crisis permanente

Los brasileños, una vez más, se prepararon para lo peor, y vivieron, entre la noche del martes y el mediodía de ayer, momentos de absoluta tensión ante la incertidumbre que rodea la salud del presidente electo, Tancredo Neves. En el hospital Das Clínicas, de Sáo Paulo, considerado el más avanzado del país, Neves, de 75 años, volvió a sufrir una gravísima crisis y estuvo una vez más entre la vida y la muerte. A las 18.30 del martes, después de habérsele practicado una traqueotomía, el ritmo cardiaco de Tancredo Neves -que normalmente está entre 80 y 90 pulsaciones por minuto- llegó a 160. La temperatura bajó a 35 grados y la presión arterial quedó en 15/7, cuando su presión normal es; 13/8. Configurado un cuadro de shock, los médicos decretaron emergencia absoluta. Dos horas más tarde el shock fue controlado y la frecuencia cardiaca del veterano paciente había bajado a 130, y a las tres de la mañana de ayer, a 110.

Al amanecer, el presidente presentaba señales de fiebre y el ritmo cardiaco seguía elevado. Sometido a una batería de exámenes, Tancredo Neves seguía en estado grave, según los médicos, que intentan por todos los medios determinar el origen de la nueva crisis. El pasado jueves Tancredo Neves llegó a recibir la extremaunción por parte de un sacerdote del hospital.

Con sus resistencias físicas absolutamente minadas, Tancredo Neves presentó en las últimas horas los primeros síntomas de insuficiencia cardiaca. Las tasas de urea en la sangre son elevadas, lo que puede indicar problemas renales. La infección pulmonar fue controlada, pero no pudo ser eliminada. Lo mismo en relación a los focos infecciosos en el abdomen, luego de cinco cirugías abdominales (la primera, para extirpar un tumor alojado en un divertículo, y las demás para sanar problemas derivados de ella).

En Brasil, dos temas acaparan las preocupaciones. Por un lado, son cada vez más evidentes las equivocaciones médicas cometidas por los profesionales de Brasilia, la capital, que atendieron al presidente el 14 de marzo. Pero la situación política también empieza a preocupar. Mañana, el vicepresidente en ejercicio, José Sarney , mantendrá una primera reunión con todo su ministerio para realizar un balance del primer mes de Gobierno.