La Administración prevé limitaciones a la libre elección de médico
Los ciudadanos usuarios de las prestaciones sanitarias del futuro Sistema Nacional de Salud podrán elegir libremente médico en la atención primaria sólo en el área de salud correspondiente (que aún están por definir) o en los núcleos de población de más de 250.000 habitantes. También podrán elegir médico dentro de los servicios especializados hospitalarios, pero dentro de su área de salud. Estas son algunas de las cláusulas que recoge el anteproyecto de ley general de Sanidad que, probablemente, estudiará para su envío a las Cortes el Consejo de Ministros que se celebra hoy.
El polémico anteproyecto de reforma sanitaria, que ha tardado más de dos años en hacerse realidad, quedó listo para ser aprobado por el Consejo de Ministros la semana pasada, tras una entrevista del presidente del Gobierno, Felipe González, con los ministros de Sanidad y Consumo, Ernest Lluch; Economía y Hacienda, Miguel Boyer, y Trabajo y Seguridad Social, Joaquín Almunia.De acuerdo con el texto, todas las redes sanitarias públicas quedarán integradas en un Sistema Nacional de Salud.
El Sistema Nacional de Salud es definido como el conjunto de los servicios de salud de las comunidades autónomas, organizados conforme a pautas unitarias e inspirados en una misma idea de lo que deben ser las estructuras públicas del servicio a la salud. Son piezas básicas de este sistema las áreas de salud, instituidas en las comunidades autónomas, que se encargarán de aplicar paulatinamente la reforma. En el Sistema Nacional de Salud participarán, además de las comunidades autónomas, las organizaciones empresariales y los sindicatos.
El anteproyecto de ley general de Sanidad, en su versión número 14, que es la que, según señalan fuentes de la Administración, aprobará el Gobierno, recoge y desarrolla los principios de reforma y modernización de la asistencia sanitaria en España sobre las bases de un modelo de salud que pretende ser integral en sus prestaciones y autonómico en cuanto a su funcionamiento. De forma progresiva, la asistencia sanitaria pública se extenderá a toda la población en condiciones de igualdad efectiva.
Asistencia no gratuita
El texto reconoce el derecho a obtener las prestaciones del sistema sanitario a todos los ciudadanos y a los extranjeros residentes en España, aunque, debido a la crisis económica, no se generaliza el derecho a la gratuidad.
La idea inicial de los redactores del anteproyecto era que el Estado financiara en su totalidad las prestaciones del Sistema Nacional de Salud; pero, debido precisamente a la crisis -al menos ésa es la razón que da el texto-, el Estado sólo financiará directamente, de momento, la asistencia de aquellas personas sin recursos económicos. El resto procederá de las cotizaciones a la Seguridad Social, más o menos como se ejecuta en la actualidad, o de otras cotizaciones y tasas.
Quienes tengan suficientes recursos económicos podrán o bien abrir una cartílla con el coste medio de lo que paga un beneficiario o pagar el coste real de cada acto médico o asistencial. Los usuarios privados pagarán los costes efectivos de la asistencia, y estos ingresos no podrán revertir en quienes intervienen en la atención al paciente.
En sus 113 artículos y 35 disposiciones adicionales, transitonas, derogatorias y finales, el anteproyecto recoge las notas característícas del Sistema Nacional de Salud, las competencias estatales y autonómicas, la estructura del sistema sanitario público, las actividades sanitarias privadas, los productos farmacéuticos, la docencia y la investigación y el Instituto de Salud Carlos III, nueva institución que asumirá las competencias estatales en materia de salud.
Asistencia psiquiátrica
Entre las nuevas aportaciones del anteproyecto figura la inclusión en 14 puntos de la carta de los derechos de los ciudadanos con respecto a la Administración Pública sanitaria.
Entre las nuevas prestaciones de la sanidad pública, se prevé la asistencia. psiquiátrica o salud mental. Se reducirá al máximo el internado de estos casos y se potenciará la asistencia en ambulatorio y de hospitalización parcial.
Los casos agudos serán tratados en las unidades psiquiátricas de los hospitales generales.
La salud preventiva, la ocupacional y ambiental son consideradas también con carácter prioritario.
El anteproyecto reconoce el ejercicio libre de la profesión sanitaria y la libre empresa en este sector. La sanidad pública sólo firmará conciertos con el sector privado cuando la primera haya optimizado sus recursos.
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