La CEE llega a un acuerdo sobre medidas anticontaminantes en los automóviles

El coche europeo no contaminante ha iniciado su andadura. Tras una tensa noche de discusiones entre los ministros del Medio Ambiente de la Comunidad, los diez concluyeron ayer en Bruselas un acuerdo de principio para hacer obligatorias una serie de normas comunes limitando las emisiones de gases tóxicos en los automóviles.Los diez no han definido el nivel exacto de las limitaciones, que han quedado a cargo de los expertos, quienes deberán concretar este punto antes del 30 de junio próximo.

Los diez intentan también detener el fenómeno de la lluvia ácida, que origina la muerte de los bosques y lagos europeos. Las emisiones de gas, principalmente el monóxido de carbono, son las principales encartadas como responsables de estas lluvias.

En virtud de tal acuerdo, una serie de normas muy severas serán introducidas para los coches grandes, de cilindrada superior a los dos litros. Estos automóviles deberán estar equipados para 1989 con depósitos de escape catalíticos, el único sistema actualmente en el mercado que permite cumplir tales normas.

Los coches pequeños, aparte

Los automóviles de cilindrada comprendida entre 1,4 y dos litros no se verán obligados a cumplir la normativa hasta 1991. Los coches con motor inferior a 1,4 litros, que constituyen la mayor parte de las exportaciones de automóviles de Francia e Italia, deberán cumplir en un primer paso el 50% de los llamados estándares europeos a la altura de octubre de 1990, mientras que los ministros decidirán en 1987 si deben serles aplicados medidas restrictivas más severas, a introducir nunca antes de 1993 en cualquier caso.

El tema de los coches pequeños ha originado fuertes enfrentamientos entre Francia, Italia y el Reino Unido, partidarios de una solución distinta para las pequeñas cilindradas, y la República Federal de Alemania, el cuarto gran constructor de vehículos de la CEE, que exige idéntica normativa para coches grandes y pequeños. Según

'Francia, la RFA ha tomado en este tema "compromisos políticos no compatibles con las normas comunitarias", lo que ha dificultado el acuerdo.

En efecto, París, Roma y Londres estiman que instalar el catalizador de triple vía en los coches de pequeño y mediano tamaño encarecería notablemente los vehículos, principalmente porque ello exigiría un motor de inyección electrónico. Tales países prefieren la tecnología del motor de mezcla pobre, estudiada principalmente por Ford en el Reino Unido y por Fiat.

Los ministros, a propuesta de la RFA, han llegado igualmente al acuerdo de conceder incentivos fiscales a los compradores de coches no contaminantes. Según ello, los compradores de coches pequeños adecuadamente pertrechados para cumplir al menos el 65% de la norma europea recibirán una bonificación de cerca de 230 dólares (unas 42.000 pesetas) en un período de tres años.