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El presidente de Brasil, Tancredo Neves, sufre una nueva operación

Río de JaneiroTancredo Neves, el primer presidente civil de Brasil tras 21 años de Gobiernos militares, fue operado ayer por segunda vez en Brasilia, según anunció el portavoz de la presidencia, Antonio Britto. La intervención en los intestinos, decidida de forma sorpresiva, duró 80 minutos y fue calificada de éxito por el presidente de la comisión de Salud de la cámara de diputados, Carlos Mosconi. Neves fue operado por primera vez el viernes -pocas horas antes de que tomara posesión de su cargo- para extirparle un divertículo intestinal. Su estado de salud comenzó a empeorar el domingo, pero una junta de nueve especialistas convocados urgentemente tras una nueva crisis sufrida el martes declaró que la evolución del presidente era "satisfactoria".

Uno de los integrantes de esa junta, el doctor Geraldo Siffert, había afirmado ayer que la recuperación de Neves se desarrollaba de manera normal, aunque reconoció que la paralización del movimiento del intestino delgado, aún siendo un problema frecuente en posoperatorios como el que afecta al presidente, es un problema de cierta gravedad. Siffert no quiso confirmar la hipótesis de una nueva intervención y no admitió que Neves corriera un riesgo mortal, pero tampoco descartó la posibilidad de una nueva operación. Se limitó a afirmar que Neves tiene el 95% de probabilidades de recuperarse sin mayores problemas.

El cruce de informaciones entre los partes médicos oficiales, excesivamente lacónicos, y las declaraciones paralelas hechas a la prensa por los mismos médicos que atienden al presidente, contribuyó a incrementar la preocupación de los brasileños. Los intentos terapéuticos para devolver los movimientos intestinales fracasaron, según informaron posteriormente los médicos, por lo que la única salida viable era la de una nueva intervención. Aunque no se dio ninguna información oficial sobre este punto, se cree que la nueva intervención fue una colostomia (implantación de un ano artificial para permitir el funcionamiento del intestino).

El vicepresidente y presidente en ejercicio, José Sarney, habló por teléfono con los gobernadores de todos los Estados brasileños y les informó de que el estado de salud de Tancredo Neves era "preocupante, pero no desesperado". En medios políticos brasileños se barajaba ayer la posibilidad de que el septuagenario presidente no llegue a tomar posesión del cargo en cuyo caso la Constitución prevé que José Sarney asuma definitivamente la jefatura del Estado, lo que implicaría numerosas complicaciones políticas.

No en vano, Samey era, hasta junio del pasado año, el presidente del partido oficialista y a lo largo de los últimos 20 años fue uno de los dirigentes civiles más representativos del régimen.

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